Primer cara a cara

Salvador Illa, tras reunirse con Puigdemont en Bruselas: "El diálogo es el motor de la democracia"

Los detalles "Hoy damos un buen ejemplo", afirmó Illa tras la reunión a puerta cerrada con Puigdemont, un primer encuentro en el que ambos líderes intentaron avanzar en la política catalana, pese a que no se han revelado detalles sobre los temas tratados.

Salvador Illa y Carles Puigdemont, durante su reunión en Bruselas
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Salvador Illa y Carles Puigdemont se han visto este martes en Bruselas en lo que ha sido su primer encuentro presencial. La reunión tuvo lugar en la sede de la Generalitat en la capital belga y duró unas dos horas, en un ambiente discreto y sin símbolos políticos que delataran banderas o siglas.

Illa fue el primero en hacer pública la cita, con un tuit acompañado de tres fotos de la reunión: "Hoy me he encontrado con el presidente Carles Puigdemont, tal y como he hecho con el resto de expresidentes de la Generalitat. El diálogo es el motor de la democracia para que Catalunya siga avanzando. Hoy damos un buen ejemplo".

Puigdemont, por su parte, también compartió un mensaje, con un matiz más crítico: "Esta reunión habría tenido que celebrarse hace muchos meses y no en Bruselas, sino en el Palau de la Generalitat. Hoy volvió a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad".

El encuentro llega tras el aval del Tribunal Constitucional a la Ley de Amnistía, que todavía no se ha aplicado al expresident, y tras meses de reproches mutuos. Durante los primeros meses de su mandato, Illa recibió a todos los expresidentes de la Generalitat —José Montilla, Jordi Pujol, Artur Mas, Quim Torra y Pere Aragonès—, pero evitó encontrarse con Puigdemont, argumentando que seguía en activo.

Desde Junts, Jordi Turull ha señalado que la reunión "llega muy tarde", recordando que Illa no ofreció explicaciones cuando dejó fuera a Puigdemont. Ahora, la cita parece responder a un gesto personal de Illa, que insiste en que no actúa por encargo de Pedro Sánchez.

Aunque los detalles de lo hablado se mantienen confidenciales, la reunión se interpreta como un intento de abrir canales de diálogo y buscar cierta normalización política, aunque todavía con cautela. Puigdemont sigue sin poder volver a España sin riesgo de detención, y la aplicación de la amnistía sigue pendiente.