Tensión en aumento
Los plenos de la vergüenza: del "carapolla" a Martínez-Almeida en Aragón a la intervención de la Policía en el Puerto de Santa María
¿Qué está pasando? Los cargos públicos están protagonizando sesiones en las que falta algo tan fundamental como el respeto y en las que se han escuchado insultos, improperios y frases machistas.

Resumen IA supervisado
La tensión política en España sigue en aumento, dejando plenos marcados por el lenguaje ofensivo y comportamientos inapropiados. En el Ayuntamiento de Manzanares El Real, Damián Guijarro, del PP, mandó "a callar" a una concejala de Más Madrid, tildándola de "ridícula" y previamente había hecho comentarios machistas hacia ella. Este tipo de incidentes no son aislados: en Zaragoza, un concejal insultó al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y en Oleiros, el alcalde profirió graves insultos a un concejal de la oposición. Estos ejemplos reflejan la creciente falta de respeto en las sesiones políticas, donde el respeto debería ser una norma básica.
* Resumen supervisado por periodistas.
La tensión política sigue escalando en España. Sigue aumentando dejando plenos de vergüenza. Dejando sesiones en las que los políticos y las políticas destacan más por cómo hablan y se expresan que por las ideas en sí que tienen y que proponen. Que están dejando insultos, machismo e incluso la intervención de la Policía en Puerto de Santa María ante una situación total y absolutamente descontrolada.
Y es que la del Ayuntamiento de Manzanares El Real ha sido, de momento, la última. La última de muchas. Una en la que Damián Guijarro, del PP, mandó "a callar" a una concejala de Más Madrid a la que llegó a decir que era "una ridícula".
No ha sido su primera, pues en julio dejó un ataque machista a la misma concejala: "Cuidado las rodilleras que hay que comprar en este Ayuntamiento para que no les salgan callos en las rodillas".
Pero esta no es una excepción. Ha sido una más. Ha sido otro reflejo de lo que se vive en España. De unas sesiones en las que un concejal de Zaragoza en Común llegó a llamar "carapolla" a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. "Con las ocurrencias que copia de... iba a decir 'carapolla', del señor Almeida", expresó en 2022.
Más violento fue el alcalde de Oleiros, en A Coruña, en las palabras que le profería a un concejal de la oposición: "Me cago en la madre que te parió, hijo de puta. Me cago en dios".
"Hijo de puta. Cerdo, que eres un cerdo", prosiguió una bronca en la que pierde los papeles por completo a pesar de ser un cargo público.
Son palabras que no caben en un pleno. Como tampoco caben comentarios como el que se escuchó en Las Ramblas, en Córdoba: "Si ves que no puedes, hija mía, antes de ponerte mal con nadie dedícate a lo que te tienes que dedicar que es a tu casa y eso es así".
Ejemplos de lo que se está viviendo en los plenos. Ejemplos de la tensión política que no para de crecer. Ejemplos en los que falta la que debería ser una norma básica en las sesiones políticas: el respeto.
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