"Gastar y gastar"

Paqui, el otro miembro de la trama del 2% que no se llevaba bien con los periodistas

Entre líneas En 2018 Noran, una cooperativa de la trama, contrata a la mujer de Cerdán. Le paga 1.900 euros al mes, pero nadie sabe cuál era su función. Ni Antxon Alonso lo sabía, tal y como consta en una nota que los investigadores encontraron en su casa. De hecho, ni la UCO ha conseguido averiguarlo. Paqui, al parecer, cobraba por nada.

Paqui, el otro miembro de la trama del 2% que no se llevaba bien con los periodistas
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Otro de los personajes de la trama del 2% es la mujer de Santos Cerdán, Francisca Muñoz, la dueña de la 'Paqui Card'. Los gastos de la mujer de Cerdán llegaron a molestar a Antxon Alonso, gerente de Servinabar, quien se quejó en una conversación con su mujer Karmele: "A Paqui la conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés". Y es que Servinabar acabó pagando hasta muebles en los grandes almacenes.

Es 8 de noviembre de 2018 y un trabajador de El Corte Inglés envía un correo a Antxon Alonso. En él, informa al dueño de Servinabar que no le consta pagado un pedido, pero que Francisca Muñoz habría recogido el paquete. Se refiere a una mesa de 190 euros, que Paqui, la mujer de Cerdán, habría comprado para su ático. "La factura adjunta (...) está expedida a nombre de Servinabar (...), figurando en las observaciones el nombre de Francisca Muñoz", recoge el demoledor informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el patrimonio de Cerdán.

Esa es la clave, que la factura está a nombre de Servinabar. Además, curiosamente, un día más tarde, Antxon Alonso hace un pago a El Corte Inglés por ese importe: 190 euros. Un ejemplo que probaría cómo la mujer de Cerdán habría utilizado una tarjeta de Servinabar para su uso y disfrute y que convierte estos mensajes entre Antxon Alonso y su mujer en una evidencia cristalina.

"La Paqui. Que le conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés", le dice Antxon a su mujer, según recoge el informe de la UCO. "Gastar y gastar. Y restaurantes fin de semana sí y otro también", continúa diciendo, a lo que su mujer añade: "Ya les vale. Todos de lo bueno, lo mejor. Eso no es plan y encima no son nada discretos".

Paqui, al parecer, cobraba por nada

Ese mismo año, en 2018, Paqui consigue un trabajo. Noran, una cooperativa de la trama, la contrata y le paga ni más ni menos que 1.900 euros al mes. Pero la duda es cuál era su función. Algo que ni Antxon Alonso sabía, tal y como consta en una nota que los investigadores encontraron en su casa y que ponía "Francisca Muñoz. ¿Qué hacía? ¿Trabajo?". De hecho, ni la UCO ha conseguido averiguarlo. Paqui, al parecer, cobraba por nada.

"No se han localizado documentos, cruce de correos electrónicos o en general cualquier atisbo de actividad de la que se desprenda una verdadera prestación de servicios por parte de Francisca Muñoz", señala el informe de la Guardia Civil. Lo que sí hacía Paqui era "gastar y gastar". Eso sí, habilidades con los micrófonos y con las cámaras tiene bien pocas.

Mucho gastar, poco hablar

El primer encontronazo que Paqui tuvo con periodistas se produjo el 1 de julio, un día después de que Santos Cerdán entrara en prisión provisional. "Va a ir a ver a Santos Cerdán? ¿Teme que le pueda salpicar todo esto a usted también?", le preguntaban los periodistas. Pero Paqui intentaba zafarse de ellos, cruzando en rojo un paso de peatones y, a la carrera, hacía oídos sordos de lo que le preguntaban sobre su marido.

La veíamos, en otro momento del día, acompañada por Belén, la hermana de Santos Cerdán que, como su cuñada, no hacía declaraciones. Ambas, juntas otra vez, acudían tres días después a la cárcel de Soto del Real. Paqui, con el mismo vestido, parecía cansada del interés mediático que despertaba la imputación de su marido. "Por favor, más respeto, eh", espetó a los profesionales. Estas serán las únicas palabras que le escucharemos a la mujer de Santos Cerdán, pero no los únicos gestos.

A su salida de la prisión le propinaba un empujón a uno de los compañeros que estaban allí haciendo su trabajo. Abandonaba así el lugar, una vez más, sin mediar palabra. Días más tarde, el 21 de julio, tras conocerse que el contrato del ático en el que vivían había finalizado, la veíamos cargada con una bolsa, en medio de la mudanza, acompañada, cómo no, por Belén Cerdán. "Cómo está la familia en estos momentos, Paqui? ¿Van para Navarra?", le preguntaban los periodistas.

Tampoco hubo respuestas. Tan solo un trajín de cajas de los comercios que Paqui solía frecuentar. Y contando las que tuvo que emplear para guardar solo los bolsos, que fueron unas cuantas, nos hacemos una idea de su pasión por las compras.

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