Cruel maltrato
Palizas por ver la tele y agresiones sexuales: el "clima de terror" en la 'casa de los horrores' de Colmenar Viejo
El contexto Los ocho niños fueron rescatados y sus padres detenidos en 2023. La Comunidad de Madrid, que ejerce la acusación popular, pide 266 años de prisión para el padre y 185 para la madre.

Resumen IA supervisado
En la llamada 'casa de los horrores' de Colmenar Viejo, Madrid, la Guardia Civil rescató en abril de 2023 a ocho niños maltratados por su padre, un médico que los sometía a agresiones físicas, sexuales y vejaciones. La Comunidad de Madrid, como acusación popular, solicita 266 años de prisión para el padre y 185 para la madre. Los menores vivían en condiciones insalubres y eran castigados con privación de sueño y comida. El padre los agredía violentamente, mientras la madre observaba sin intervenir. Además, las niñas eran forzadas a ver pornografía y sometidas a exploraciones humillantes. A pesar de las evidencias, el médico nunca fue investigado.
* Resumen supervisado por periodistas.
Lo que se veía de puertas hacia afuera apenas permitía imaginar las atrocidades que ocurrían dentro de la ya conocida como la 'casa de los horrores' de Colmenar Viejo, en Madrid. Allí la Guardia Civil liberó en abril de 2023 a ocho niños maltratados por su padre, un médico que les sometía a todo tipo de agresiones físicas, vejaciones y agresiones sexuales. Cuando fueron rescatados, el más pequeño tenía tan solo cuatro años y la mayor, 15.
Ahora, la Comunidad de Madrid, que ejerce la acusación popular, pide para el padre y la madre 266 y 185 años de prisión, respectivamente. Su informe de acusación recoge que "de manera sistemática, y con la voluntad de menoscabar la integridad moral de sus hijos" los sometían a "actos de desprecio y humillación, aislándolos del entorno" e imponiendo un "clima de terror y humillación", dirigido por el padre, que se ensañaba sobre todo con los tres mayores.
Así, "el sueño y el hambre" eran usados como castigo y lanzaban "calificativos despreciativos" a los menores, que habitaban "una vivienda totalmente insalubre y en condiciones de higiene deficientes". Además, les encerraban en el sótano "durante horas". Una de esas ocasiones fue durante un cumpleaños, en el que el padre solo sacó a la víctima "unos minutos" para que comprobara "como mero espectador" cuánto se divertían sus hermanos en la fiesta, antes de llevarle de nuevo al sótano.
El escrito describe toda suerte de golpes y agresiones físicas y cómo, en más de una ocasión, el padre montó en cólera porque sorprendió a sus hijos viendo la televisión. "Los llevó la cocina donde los desnudó y los golpeó con el rodillo y otros útiles", recoge el escrito sobre uno de esos episodios, en el que llegó a decirles a sus hijos que "no sobrevivirían a ese día".
Misma reacción furibunda que tuvo al descubrir que una de las niñas tenía "un libro que consideraba no apropiado", ante lo que comenzó a propinarle golpes "mientras la llamaba puta" o al descubrir que sus hijos mayores usaban internet, amenazándoles con que "no saldrían vivos de allí" si no confesaban.
Agresiones sexuales a sus hijas
Al descubrir que dos de las menores se habían creado un perfil en una red social, "obligó a las menores a ver de manera reiterada vídeos pornográficos": durante meses, "desde su teléfono móvil reproducía secuencias de sexo hasta altas horas de la madrugada". Si las niñas apartaban la vista, "las golpeaba físicamente forzándolas a mirar".
Llegó a instarlas a que "representaran los vídeos guarros con él, incitándoles a que le hicieran una 'chupaina'", ante lo que las menores se negaron. La acusación cree que "lo que perseguía era que sus hijas generaran rechazo a la sexualidad en cualquiera de sus manifestaciones" e incluso las obligó a tocar a su madre en "el pecho y el pubis por encima de la ropa".
Además, para comprobar si habían tenido relaciones, las sometía "a exploraciones vaginales", en las que "las examinaba introduciéndoles los dedos en la cavidad vaginal mientras las llamaba putas".
Médico de profesión, el hombre nunca fue investigado pese a que varios de sus hijos fueron atendidos en el hospital. Tampoco el colegio dio aviso, pese a detectar moratones y lesiones. En este sentido, el escrito recoge que el padreo golpeó a uno de los menores en los glúteos y la zona genital con un "objeto contundente", provocándole "enrojecimiento del pene y un gran hematoma en los glúteos que alertó a la enfermera del centro escolar". Lo habitual era que tras las palizas los niños faltaran a clase.
El padre los atacaba con rodillo y hasta con cuchillo de cocina, mientras que la madre miraba sin hacer nada. Un "clima de terror" por el que la Comunidad de Madrid pide 185 años de cárcel para ella y 266 años para él, los padres de la 'casa de los horrores'.
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