Traiciones, pactos, robos, amenazas... Las nuevas palabras de Luis Bárcenas en 'El Mundo' arrojan más detalles acerca de su versión sobre la 'caja B' del Partido Popular.

El extesorero de la formación reconoce que recibió "amenazas expresas" de abogados que hablaban en nombre del PP tras las cuales se abrió una "negociación" con una tercera persona como intermediaria.

Además, desvela una oferta que recibió en Soto del Real de Ignacio Peláez, que le ofreció pruebas para anular el caso Gürtel y quedan en libertad. Esas pruebas tenían un precio: 10 millones de euros. "La oferta consistía en que, a cambio de 10 millones de euros, estas personas que conocían todo lo que se había hecho irregularmente en la instrucción de Gürtel estaban dispuestas a facilitar los datos y pruebas que permitirían declarar nulo judicialmente el caso Gürtel", explica.

Reconoce Bárcenas que "le consta" que esa oferta ha llegado también a otros imputados. "Algunos de ellos, empresarios de la construcción", agrega.

Las traiciones que "nunca imaginó"

Luis Bárcenas explica que hubo dos "traiciones" que "nunca imaginó" en todo este proceso. La primera, la de su chófer, Sergio Ríos. "Nunca tuve esa sospecha, al contrario, siempre pensé que hacía bien su trabajo y velaba por mis intereses", explica.

La segunda traición llega en prisión, concretamente por parte de algunos internos de Soto del Real "aleccionados", afirma, por el Ministerio del Interior para "sonsacar información". "Tener el poder permite recompensar sin esfuerzo con puestos en la Policía, permisos y terceros grados", argumenta.

Sobre el asalto a su casa perpetrado por un hombre disfrazado de cura, Bárcenas mantiene que se trataba de "un trabajo de encargo" realizado por "un canalla captado por un pequeño sector de la Policía".

Cree que su chófer tuvo "instrucciones" para estar cerca de la vivienda cuando ocurrieron los hechos. "Él esa tarde tenía libre y, sin embargo, estaba tan cerca de mi casa que, desde que mi hijo desarma al falso cura y lo inmoviliza, no pasan ni cinco minutos hasta que aparece en la habitación donde se encuentra mi hijo", asevera, recordando que su versión "ha cambiado" con el paso del tiempo.