EEUU

En tiempos de Trump, más racismo: el movimiento 'Black Lives Matter' pierde apoyos y se enfrenta al desafío de las políticas racistas

El contexto
La muerte violenta de George Floyd a manos de dos policías de Minneapolis provocó una ola de indignación por el racismo de la policía de EEUU. 'Black Lives Matter', un movimiento surgido en 2013, ganó una gran visibilidad tras su muerte.

antirracismo en tiempos de Trump

Han pasado ya cinco años de la muerte violenta de George Floyd a manos de dos policías de Minneapolis (EEUU). Su asesinato desató una ola de indignación por el racismo de la policía en el país. Sin embargo, hoy el movimiento 'Black Lives Matter', surgido en 2013 pero que ganó gran popularidad y visibilidad tras su muerte, ha ido perdiendo apoyos y se enfrenta al desafío de Trump y sus políticas racistas.

Tras el asesinato de George Floyd, el 25 de mayo de 2020, millones de personas salieron a las calles de las ciudades más importantes de Estados Unidos, convirtiendo las últimas palabras de Floyd ("No puedo respirar") en un grito de guerra contra la violencia policial. Sin embargo, años después, poco ha cambiado desde entonces: su familia sigue luchando por hacer justicia.

Las agresiones violentas y el uso desproporcionado de las armas de fuego continúan siendo una práctica habitual de la policía en EEUU. Desde la muerte de Floyd en 2020, más de mil personas al año han muerto a manos de la policía, según datos de 'Mapping Police Violence'. Así, y según estos datos, en 2020 murieron 1.146 personas; en 2021, 1.045; en 2022, 1.053; en 2023, 1.088; y en 2024, 1.260 personas.

La Administración de Trump ha frenado todos los avances logrados hasta ahora, empezando por la reforma policial. Tras años de investigación, el Departamento de Justicia de Estados Unidos encontró un patrón de prácticas policiales inconstitucionales y discriminatorias. A pesar de la desestimación federal, el estado de Minnesota ha afirmado que continuará implementando las reformas.

El apoyo social al movimiento Black Lives Matter disminuye justo cuando más falta hace, cuando el racismo llega desde la propia Casa Blanca.