Cuando las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) liberaron el pueblo Am Adasa de Alepo, una joven de 19 años llamada Souad Hamidi se pudo quitar por primera vez el niqab y ponerse un velo rojo sobre su cabeza. Hamidi fue obligada a llevarla desde 2014 y el sentimiento que le produjo quitarse la prenda era claro: "Me sentí liberada".

"Hicieron que lo lleváramos contra nuestra voluntad, así que lo borré esa manera" cuenta Hamidi. Las SDF, apoyadas por ataques aéreos de EEUU, han librado una ofensiva contra decenas de pueblos presos por Daesh.

Hamidi explica que se despertó una mañana para oír que el SDF había liberado a su pueblo: "Vimos combatientes detrás de nuestra casa, francotiradores, pensamos que eran combatientes Daesh que aún se encontraban en el interior del pueblo".

"Nos fuimos por temor a que nos usarían como escudos humanos durante los ataques aéreos", dijo. Posteriormente, la familia regresó una vez SDF les liberó.

Souad Hamidi se quita el niqab tras ser obligada a llevarlo