Desórdenes postraumáticos, trauma, depresión y hasta intentos de suicidio. Estos son algunos de los trastornos psicológicos que presentan entre el 70% y el 75% de los niños sirios que han sufrido una guerra que, a día de hoy, se mantiene viva y que ha dejado ya más de 250.000 muertos y cerca de cinco millones de refugiados.

Así lo explica la psicóloga Fátima al Khatib, del colegio del Servicio Jesuita a Refugiados en Beirut, Líbano, una de las siete escuelas que esta organización internacional ha habilitado para atender a los desplazados por el conflicto en el Líbano, una nación de poco más de cuatro millones de habitantes que acoge a 1,2 millones de sirios.

Niños que han sufrido un tremendo impacto emocional en sus vidas. "Tienen un sentimiento muy fuerte dentro de ellos y no son capaces de expresarlo. Por eso lo manifiestan a través de golpes o de conductas como la hiperactividad o la impulsividad", explica Fátima.