Un tribunal de Breslavia, en el suroeste de Polonia, ha condenado a 10 meses de prisión a un hombre por quemar un muñeco que simbolizaba a un judío durante una marcha contra la inmigración de noviembre del año pasado.

El acusado, Piotr R., fue declarado culpable de incitación al odio en una sentencia reconocida por el propio tribunal como dura "por tratarse de un acto especialmente grave para la buena convivencia de la sociedad polaca".

La efigie, una calabaza sostenida con palos y ataviada con ropas y estética propias de un judío ortodoxo, ardió en la plaza principal de Breslavia mientras cientos de personas protestaban contra la inmigración.

Tras los hechos, el rabino principal de Polonia, Michal Schudrich, dijo que "el odio de muchos polacos a la inmigración tiene el mismo origen que el clásico odio a los judíos".

El rechazo a la llegada de inmigrantes se ha acentuado en Polonia, tras la subida al poder del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS), que ganó por mayoría absoluta las elecciones generales de octubre de 2015.

El partido gubernamental se ha descolgado del acuerdo alcanzado con Bruselas por el anterior Ejecutivo liberal para aceptar a cerca de 7.000 refugiados como parte del programa de reparto de los solicitantes de asilo que están en campamentos en Italia