Toni Nadal, el entrenador más laureado de la historia del tenis mundial tras casi 30 años de trabajo junto a su sobrino Rafael, como él le llama, ha inaugurado las jornadas vespertinas en la jornada de clausura de MANAGEMENT & BUSINESS SUMMIT, MABS 2018, el evento líder entre directivos y personalidades mundiales organizado por ATRESMEDIA, en una ponencia que ha hablado de ‘Capital Humano, Motivación y Liderazgo’.

Por cuarto año consecutivo, MABS2018 comenzó ayer, tras el mensaje inaugural del consejero delegado de Atresmedia, Silvio González, y concluirá hoy jueves 24 de mayo, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, tras el éxito conseguido en años anteriores, que congregaron a más de 1.500 asistentes en cada edición. De hecho, antes de la intervención de Toni Nadal, la presentadora de Antena 3 Noticias en el fin de semana, Mónica Carrillo, encargada de conducir las ponencias de la tarde, ha anunciado que MABS celebrará su quinta edición el año que viene, los días 5 y 6 de junio.

Tras anunciar la convocatoria del próximo año de Management & Business Summit, Nadal ha comenzado su conferencia con la misma ironía con la que ha salpicado toda su intervención: "Tengo tres características que me han hecho merecedor de ser muy buen entrenador: he tenido la posibilidad de entrenar a un jugador muy bueno. La segunda, que como soy familiar, he podido alargar mi participación. Y, la tercera es que nosotros los mallorquines somos medio catalanes y durante años he sido el entrenador más barato del mercado profesional".

"He tenido otra característica importante: he sido un gran apasionado de lo que he hecho. No concibo no apasionarse por algo, toda la vida me apasionó entrenar y el tenis, pero sobre todo me apasionaron los retos, el intentar mejorar, no concibo una vida sin retos, la vida es mucho más plena cuando consigues enfocarlas a un fin. Aunque los objetivos sean tan simples como pasar de lo mejor posible una pelota por una red". "La diferencia esencial del ser humano con el animal es marcarnos retos, avanzar e intentar mejorarnos. Esto es lo que durante muchos años intentó Rafael, la historia de un chaval que intentó mejorar día a día. Y, la mía, la de un entrenador que intentó motivarle cada día. Le hice sentir siempre la necesidad de la mejora y procuré hacerle sentir que era factible mejorar cada día", ha continuado.

Posteriormente, Nadal ha confesado que "mi manera de hacerlo está un poco reñida con el criterio actual. Hoy constantemente tenemos que dar mensajes positivos, elevar su autoestima y teóricamente la autoconfianza. Esto es un error, los resultados te dan la media real", ha manifestado.

"Los psicólogos de hoy dirán que mis métodos eran improcedentes. Yo siempre le dije que él no era lo suficientemente bueno, que no se conformara con lo que había hecho. Si no lo haces, es muy difícil que te motives, lo hice cuando Rafael era bastante pequeño. Cuando Rafael ganó el campeonato de España tenía 11 años, llamé a la Federación haciéndome pasar por un periodista y le dije que me enviaran la lista de los últimos 25 campeones. Hablé con mi sobrino aprovechando una reunión familiar y le fui enumerando uno a no. De los 25 campeones alevines, había 4 o 5 que habían logrado ser grandes jugadores. Aquella lista me sirvió para recordarle en todo momento dónde estaba él y preguntarle dónde quería estar".

"Lo mismo hice cuando ganó su primer Roland Garros, le recordé nombres de tenistas que ganaron su primer Roland Garros y le volví a preguntar ¿Dónde quieres estar, si en la lista que han ganado alguno más o los que han ganado una sola vez?". "He intentado que Rafael estuviera siempre con las antenas puestas, que no diera nada por hecho, mantener viva su ilusión por seguir mejorando", ha asegurado. "Durante todos estos años me apoyé en los mismos valores, los he cambiado prácticamente 0, cuando Rafael era niño, cuando fue número 1 y cuando cayó. En la vida el problema no es conocer estos valores, todos sabemos cuáles son los valores positivos, el problema es aplicarlos y utilizar el doble rasero y la diferencia de trato en ellos".

"A la gente le gusta escuchar cosas agradables, a veces oímos cosas que no nos gustan. Yo fui muy crítico con él en todo momento, fui con poco cuidado, siempre intenté que no tuviera una imagen muy elevada de sí mismo, y que aunque estuviera arriba no significaba que fuese el mejor", ha compartido.

En todos estos años de entrenamiento con su sobrino, Toni Nadal ha asegurado que "he intentado seguir un proceso lógico: analicé las características físicas, técnicas y mentales de Rafael y diseñé un plan de entrenamiento y de juego, que he mantenido siempre". "Uno tiene que ser consciente de su realidad y, a partir de aquí, diseñar el plan. Siempre intente inculcarle que en su trabajo fuera consecuente, no puedes aspirar a ser mejor que los demás haciendo un trabajo inferior a los demás".

Preguntado por el mundo rodeado de tecnología que se nos presenta en el futuro, Nadal ha manifestado: "entiendo el deporte como es, no con números. Un mundo regido por la inteligencia artificial no me satisface mucho. Lo que facilita demasiado a la larga te debilita. Tengo miedo a que esta inteligencia artificial nos lleve a restarle valor a la inteligencia emocional". "Siempre he motivado igual: cuando las cosas iban muy bien le decía ¡sigamos trabajando para alargar la fiesta! Y, cuando iban mal, le decía que trabajásemos más para salir del agujero. La vida tiene un componente de victorias y de derrotas, hay que asumirlas, ni hay que ser exagerado en las victorias ni en las derrotas".

¿La clave? "Trabajar y reflexionar. Trabajar no basta, hay que reflexionar y ser autocrítico". Preguntado por qué parte de responsabilidad tiene sobre las victorias de su sobrino, Toni Nadal ha vuelto a hacer gala de su humildad: "El responsable total de sus victorias es Rafael, tengo muy poca parte en ellas, este año cero”. Aunque, como ha dicho a continuación, “no me gusta hablar de humildad, sino de normalidad. Hay pocas cosas que te den más satisfacción que la proximidad con la gente".