La subida del salario mínimo está más cerca que lejos. Tal y como confirmaron este jueves fuentes del Ejecutivo a laSexta, el Ministerio de Trabajo se sentará el próximo 1 de septiembre con patronal y sindicatos para abordar la estocada definitiva a esta cuestión.
Sin embargo, se trata de un debate complejo, en el que los empresarios ya han expuesto su negación a subir el salario "en estos momentos", mientras los sindicatos ejercen presión para su implementación más urgente. También ha habido diferencias en el seno del Gobierno, donde desde Unidas Podemos también se han mostrado favorables a una subida inmediata, mientras el PSOE prefería esperar a tener más signos de recuperación económica.
Ahora bien, en la práctica, ¿en qué repercutiría esta subida? ¿Cómo se hará notar en los bolsillos de los españoles? ¿Cómo nos sitúa con respecto al resto de Europa, donde hay países donde este valor, en algunas ocasiones es más alto y, en otras, más bajo?
1.049 euros en 2023: la propuesta de los expertos
El pasado mes de junio, una comisión de expertos convocada por el Gobierno presentó un informe con sus recomendaciones para subir el SMI. Concretamente, en dicho informe, como defendía Inmaculada Cebrián, relatora y presidenta de la Comisión, se pedía una primera subida de 19 euros para 2021.
Las recomendaciones, no obstante, se han expuesto con una perspectiva a medio plazo y, además, varían en las cantidades. Por ejemplo, este año la subida podría ser de entre 12 y 19 euros, por lo que aún no se ha confirmado si se alcanzaría el pico máximo, debido a que deberá ser debatido en las reuniones del próximo mes de septiembre.
Según los expertos, el Ejecutivo también debería subir el SMI en 40 euros en 2022, y en otros 40 en 2023. Es decir, en total, la cuantía mínima que debería pagar un empleador a sus asalariados por el trabajo a jornada completa debería ser de 1.049 euros en apenas dos años. Eso sí, solo si se materializara la subida máxima.
Este hecho supondría un factor clave para lo que la Comisión Europea está demandando a los estados miembros desde hace años. De materializarse la subida, en 2023 el SMI habría subido un 6,3%, pero además ocuparía un 60% del total del salario medio.
Un acercamiento a países del centro de Europa
Actualmente, España es el séptimo país con el salario mínimo más alto de Europa, según los últimos datos de Eurostat. Sin embargo, nuestras cifras distan de otros miembros de la UE, como Países Bajos, Alemania, Bélgica o Francia. Un hecho que hace que la subida que plantea el Ejecutivo nos acerque a los compromisos de la CE y además estreche nuestras diferencias con otros países centroeuropeos.
El ente calcula sus estadísticas aglutinando los salarios en 12 pagas (el Gobierno español lo hace en 14). De ahí que, en lugar de 950 euros, Eurostat sitúe a España con un SMI actual de 1.108 euros. Ahora bien, la cuestión es que, de materializarse, en los cálculos de 2023 nuestro país contaría 1.207 euros de salario mínimo. Es decir, a cerca de 200 euros del mínimo de Francia.
Por su parte, la Comisión Europea ya ha exigido al conjunto de miembros de la UE que, de alguna forma, apliquen cambios en sus límites, de tal forma que el salario mínimo alcance el 60% del salario medio, como se comprometió el Gobierno español en su acuerdo.
En esta línea, el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea proclamaron de manera conjunta el Pilar Europeo de Derechos Sociales en noviembre de 2017, que pedía un compromiso con los salarios justos. En octubre de 2021, el Parlamento aprobó una resolución en la que demandaba a la Comisión proponer un instrumento legal para los sueldos mínimos justos en la UE, que suscitó un gran debate entre los países.
Ahora, con respecto a España, la intención es lograr una primera subida de entre 12 y 19 euros antes de fin de año, a pesar de que, en un principio, la rama socialista del Gobierno prefería esperar a 2022, tras la crisis del coronavirus. Hasta dónde lleguen las cifras todavía se desconoce, porque es una cuestión que se tratará en las reuniones. Pero las pautas están marcadas: de aquí a dentro de tres años, el salario mínimo debería superar los 1.000 euros, según los expertos.
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