Escasas horas después de que Nadia Calviño abriera la puerta a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en septiembre, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ya ha mostrado su desacuerdo con la medida.

En una entrevista con El Economista, el líder de la patronal defiende que "el salario mínimo afecta fundamentalmente al servicio doméstico" y que los convenios que se firman ya "están muy por encima del SMI". "Creo que no es el momento de subir el SMI, sino de recuperar el empleo y consolidarlo", recalca Garamendi.

Asimismo, sostiene que esta subida no afectará igual a todo el país: "Cuando hablamos de "la España diversa" tenemos que plantear que en muchos lugares el coste de la vida es mucho menor que el que hay en Madrid y o Barcelona", afirma.

De este modo, pone el foco una vez más en el trabajo doméstico: "Que todo el mundo sea consciente de que cuando contrata a una persona para que le ayuden en el hogar tiene un trabajador a su cargo", en referencia a que este aumento no impactaría tanto en las grandes empresas como en los autónomos.

El sector de la construcción también critica la subida

En esta misma línea, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), también de la patronal, ha asegurado que el sueldo más bajo que percibe cualquier trabajador del sector es actualmente de 17.400 euros anuales, es decir, unos 4.000 euros por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) fijado en España.

Así, desde la CNC remarcan que, dentro de la propia construcción, se respetan las tablas salariales establecidas por los diferentes convenios provinciales. Un hecho que, a ojos de los empresarios, pondría de manifiesto "la efectividad y los resultados del diálogo social existente en el sector de la construcción".

Calviño pide "unidad" a los empresarios

Tras estas declaraciones, Nadia Calviño ha replicado a los empresarios y, en una entrevista con RNE, incide en que es el momento de la "unidad", en referencia a la subida del SMI emplazada para otoño.

En esta línea, la ministra, después de ser preguntada por si es precipitado subir el salario mínimo este año, ha defendido que los empresarios juegan un papel importante en la recuperación, y subraya estar "segura" de que la patronal tomará dicho papel.

"Es el momento de remar todos en la misma dirección y somos conscientes de que la desigualdad que se agravó por la crisis financiera es una de nuestras lacras y uno de los desequilibrios que nos lastran y nos hacen peores como sociedad", ha zanjado la vicepresidenta primera.

Por otra parte, los sindicatos se han mostrado hasta ahora favorables a la medida. Entidades como CCOO y UGT han convocado en las últimas semanas protestas pidiendo celeridad en los cambios en el salario mínimo y poniendo el foco en endurecer sus posturas si no había movimientos en el acuerdo.