Muchos españoles, huyendo de los vaivenes del Euríbor, ataron sus préstamos al IRPH. Este índice creado y regulado por los bancos españoles trae de cabeza a miles de hipotecados porque su tipo rara vez baja.

Ahora, las asociaciones de consumidores denuncian la opacidad de este producto y anticipan que este producto bancario sea el nuevo frente judicial tras las preferentes y las cláusulas suelo.

"La gran diferencia que nos vendieron fue la estabilidad", explica Santiago, que ligó su hipoteca a este índice hace nueve años y que asegura que, desde entonces, tiene el "tipo fijo al 3,30%".

Como él, 1.300.000 familias están vinculadas al segundo índice en importancia tras el Euríbor. Se calcula que, desde que en 2008 se pusiera de moda, los bancos han ganado unos 13.000 millones en intereses.

Javier Garzón, de la Platafora de Denuncias Colectivas, asegura que la diferencia entre ambos índices se cifra en 160 euros al mes, "unos 2.000 al año". Ya en 2009, la Unión Europea calificó el IRPH de sospechoso y manipulable y pidió al Gobierno español que lo eliminase.

En la actualidad, es importante es saber si se explicó bien al consumidor y hasta qué punto es cierto que las entidades pueden influir en él. "Hay una gran falta de transparencia y de información", denuncia Raúl Ochoa, abogado en Martínez-Echevarría. "Los intereses deben estar legalmente establecidos, no fijados unilateralmente", remarca.

Por su parte, las asociaciones de consumidores recuerdan a los hipotecados que pueden actuar contra lo que muchos llaman "el último abuso bancario".