Otro sector precario
Salvar vidas por 1.100 euros al mes: los socorristas reclaman mejores salarios para compensar la temporalidad
¿Por qué es importante? Hasta este mes julio en España han tenido lugar hasta 303 muertes por ahogamiento. Al ser la prevención un trabajo de todos, el sector de los socorristas lucha para que los ayuntamientos y empresas pongan de su parte.

Resumen IA supervisado
Los socorristas, esenciales en playas y piscinas, enfrentan condiciones laborales precarias. Reclaman salarios justos que compensen la temporalidad y el reconocimiento de enfermedades profesionales como la otitis y alergias al cloro. La alta rotación de jóvenes en el sector afecta la seguridad de los bañistas, según Salvador Perelló, de la Federación de Socorrismo de la Comunitat Valenciana. José Antonio Lafuente, de CGT, enfatiza la necesidad de convenios que consideren el IPC. Enrique Simó, socorrista, denuncia la falta de reconocimiento de enfermedades laborales. A pesar de los desafíos, destaca el valor de su trabajo en el agradecimiento de quienes salva.
* Resumen supervisado por periodistas.
Son fundamentales en playas y piscinas, pero sus condiciones laborales distan mucho de ser las ideales. Se trata de los socorristas, quienes reclaman mejores salarios para compensar la temporalidad, así como que se les reconozcan como enfermedades profesionales males como la otitis o la alergia al cloro.
Al haberse vuelto el socorrismo un trabajo de transición, cada vez rotan más jóvenes y hay menos profesionales. "Cuando tú tienes socorristas profesionales que ya conocen el tema y que tienen una edad, viene otro nuevo. Eso también afecta a la seguridad de los bañistas", asegura Salvador Perelló, responsable de formación de la Federación de Socorrismo de la Comunitat Valenciana.
No obstante, las condiciones no son atractivas para quedarse. En ese sentido, Perelló lamenta que "una empresa está para ganar dinero evidentemente", por lo que es común ver "menos sueldos, menos materiales": "No puedes estar pagando 1.100 euros", denuncia.
Por eso, el secretario de Acción Sindical de CGT País Valenciá y Murcia, José Antonio Lafuente, sostiene que "básicamente hace falta firmar convenios que tengan en cuenta el IPC como punto 0". De hecho, critica que "como está sucediendo con los incendios, cuidar y atender a lo importante que es la vida con mayúsculas, se está quedando en un segundo o tercer lugar".
En definitiva, se sienten abandonados, con un convenio laboral precario, con pocos recursos y obligaciones profesionales que ponen la vida en juego. Y, por si fuera poco, ocho horas al sol con riesgo de cáncer de piel y enfermedades laborales no reconocidas.
Es el caso del socorrista y monitor de natación Enrique Simó, quien asegura haber "tenido una conjuntivitis y una otitis diagnosticada como del nadador", pero cuando llegó a la mutua le aseguraron que no constituía "una enfermedad laboral".
Hasta este mes julio en España han tenido lugar hasta 303 muertes por ahogamiento. Al ser la prevención un trabajo de todos, el sector de los socorristas lucha para que los ayuntamientos y empresas pongan de su parte porque el agua parece que no es lo único que ahoga.
Sin embargo, para Simó "el verdadero valor de mi trabajo es ese agradecimiento de la gente que te mira a los ojos, te sonríe y te dice gracias por cuidarme, por enseñarme a nadar, por salvar a mi hijo o por darte cuenta de que estaba en un peligro inminente": "En mi código de honor hay cosas por las que merece la pena luchar y esta es una de ellas", ha concluido.