"Me gustaría que las redes sociales no existieran". Esto es lo que dice Shelby Rogers, la tenista americana, número 43 del mundo, después de haber caído en octavos de final del US Open.

Esa derrota en la que ha provocado dicho comentario de repulsión a las redes, sabiendo que la derrota en dos sets frente a la británica Emma Raducanu (6-2, 6-1) le va a suponer tener que aguantar insultos a destajo.

"Voy a tener nueve millones de amenazas de muerte y mensajes así. En este punto de mi carrera, casi podría decir que estoy acostumbrada", dijo al acabar el encuentro, teniendo en cuenta y como precedente no solo su experiencia en otros momentos similares, sino por cómo han reaccionado los fans de su compatriota Sloane Stephens al perder también en el torneo de casa contra Angelique Kerber.

"Seguramente si miramos mi perfil ahora haya gente que diga que soy un 'cerdo gordo' y otras palabras que no puedo decir en este momento", siguió añadiendo a los periodistas.

Ante los hechos, la WTA ha querido salir en defensa de la tenista y ha asegurado que conjuntamente con Theseus, una empresa que evalúa la gestión de riesgos, y las plataformas sociales para "cerrar cuentas" en caso de que se comprueben las faltas de respeto e insultos con tal de erradicar este tipo de abusos.