Si por algo es conocido es Nick Kyrgios además de por ser tenista es por las diferentes polémicas que protagoniza tanto dentro como fuera de las pistas. En Wimbledon tuvo una actuación más que notable tras llegar a su primera final de Grand Slam, pero en la final ante Novak Djokovic perdió una vez más los papeles.

Todo ocurrió antes de terminar el tercer set. Kyrgios ganó el primero, pero Djokovic sacó su mejor tenis y comenzó a complicarle la victoria al australiano.

En una pausa, Kyrgios comenzó a quejarse al juez de silla sobre la presencia de una aficionada, calificándola de borracha: "Está borracha como una cuba. Me habla en medio del partido, ¿es esto aceptable?", decía Kyrgios.

"Échala, Sé quién es. Es la que parece que se ha tomado unas 700 copas", comentaba el australiano al juez de silla.

Kyrgios, multado por su comportamiento

La ATP ha decidido multar a Kyrgios con 4.000 euros por abuso verbal durante el partido. Además, esta sanción impacta mucho más si tenemos en cuenta que la Familia Real británica presenció la final de Wimbledon.

El Príncipe Guillermo, su esposa Kate y su hijo George de ocho años de edad estaban presentes viendo el partido. Durante la entrega de trofeos, también fue polémico que Kyrgios llevara una gorra roja ya que el código de vestimenta obliga a ir vestido entero de blanco.

Así pues, le ha costado caro al piloto australiano sus palabras. Ya fue multado en otras ocasiones por escupir a un espectador o por abuso verbal en un partido contra Tsitsipas.