Nick Kyrgios hizo una final más que digna ante Novak Djokovic en Wimbledon. Una final en la que, además, también dejó su sello con una pérdida de papeles de esas que más que de vez en cuanto deja el australiano.

En esta ocasión todo sucedió cuando el partido peor se le ponía. Tras llevarse el primer set, perdió el segundo y el tercero. Antes del cierre de la tercera manga, el oceánico comenzó a gritar en una de las pausas al juez de silla poniendo el foco en una aficionada, a la que calificó de "borracha".

Tras muchas discusiones con todo el mundo, finalmente ha comenzado a gritarle al juez de silla por todo lo que estaba viviendo en la final ante Djokovic.

"Me está distrayendo. Sirvo en una final de Wimbledon. Te lo digo y no me crees. Casi me cuesta el partido. ¿Por qué sigue aquí?", preguntó.

Y siguió: "Está borracha como una cuba. Me habla en medio del partido, ¿es esto aceptable?"

Luego se lo dejó claro al árbitro: "Échala, Sé quién es. Es la que parece que se ha tomado unas 700 copas".

Kyrgios perdió la final. En el cuarto set logró forzar el 'tie break', pero en él Djokovic impuso su ley.

El oceánico, en su primera final de Grand Slam, le ganó la primera manga a Novak pero luego no pudo mantener esa tensión necesaria para alzarse con la victoria.