Patrick Proteau es un aficionado del equipo Montreal Canadiens al que retan a hacer un tiro imposible, cuyo objetivo era meter la pastilla por un hueco mínimo. Sorprendentemente, lo consigue.

Sin saber apenas cómo coger el stick, obra un auténtico milagro y se lleva 50.000 dólares. El presentador del espectáculo no se lo podía creer: ¡Dios mío!, repetía continuamente mientras trataba de articular palabras, y es que la emoción del momento, le impedía hablar.

Esto ha ocurrido en un partido de la NHL entre los Montreal Canadiens y los Detroit Red Wings, donde Proteau, sin saber jugar al hockey, se ha llevado a casa un dineral.