Historia muy emocionante la que llega desde Estados Unidos. Albert Hughes Jr. fue un boxeador que estuvo en activo entre 1975 y 1983. Tres décadas después de dejar el ring, decidió combatir por última vez.

¿El motivo? Quería volver a conectar con su hijo, un exmilitar en rehabilitación por problemas de adicción. A sus 70 años, también quería entrar en el libro Guinness de los récords como el boxeador más veterano de la historia.

Albert Hughes III iba a acompañar a su padre al histórico combate... cuando ocurrió la trágica noticia: decidió quitarse la vida. Este hecho hizo que Hughes Jr. pensase en abandonar la pelea, en tirar todo por la borda.

 

"Cuando ocurrió su suicidio pensé en no realizar el combate. Pero luego pensé que en los últimos meses él se mostraba tan orgulloso de mí... así que pensé que finalmente tenía que debía participar en el combate", cuenta al 'IndyStar'.

"Me paré frente a sus cenizas y dije: 'Hijo, voy a hacer esto por ti, porque realmente querías que lo hiciera'", añade. Finalmente, el combate tuvo lugar entre Hughes Jr. y Tramane Towns, boxeador de 43 años que cuenta sus siete combates de boxeo por derrotas.

Ambos se intercambiaron una serie de golpes, pero Towns cayó dos veces al suelo, decantando la victoria a favor de Hughes Jr. y llevándole por todo lo alto al libro Guinness de los récords. Sin embargo, este hecho no gustó al hombre que ostentaba en anterior récord, Steve Ward.

El británico cuestionó que Hughes fuese introducido en el Guinness: "Entiendo totalmente que Albert ha intentado batir mi récord por su hijo, pero no estoy seguro que haya cumplido los requisitos. Tras mi pelea en 2017, se introdujeron medidas para evitar que alguien intente batir mi récord sin estar activo. Tiene que haber estado activo en su 60 cumpleaños y él no ha peleado desde 1983, y sólo tuvo una carrera de boxeador de cinco años", argumenta.

Una conmovedora historia que es todo un mensaje de vida.