La natación ha alzado la voz contra la FINA por Sun Yang. El polémico nadador chino, famoso tanto por sus logros en el agua como por sus diversos vaivenes en tierra, ha competido en el Mundial con permiso de la Federación, y eso no le ha hecho ninguna gracia al resto de deportistas. El motivo, las múltiples infracciones que el asiático ha cometido en temas de dopaje, y una investigación abierta del TAD que puede poner fin a su carrera en septiembre.

Es algo que va más allá de un simple problema entre nadador y federación, o entre nadador y el dopaje. China puso todo para tener un campeón olímpico en agua, invirtiendo una enorme cantidad de recursos para lograr un oro más pronto que tarde. Fue Sun Yang quien lo logró en 2012, y el apoyo de su país no se hizo esperar, ni mucho menos.

A partir de ahí dieron comienzo los problemas. Primero por estrellar un Porsche contra un autobús sin tener ni tan siquiera el carnet de conducir. Un año de prisión de condena. No obstante, en 2014 dio positivo por trimetazidina y en 2015 se peleó con una nadadora brasileña antes de renunciar a competir. El motivo, dolencias cardíacas. Y en 2018 destrozó con un martillo las muestras de sangre para un control antidopaje.

Pero ahí sigue, y además ganando. La crispación es tal que incluso Marck Horton, plaza, se negó a subir al mismo podio que el nadador chino. "Me siento frustrado. No creo que tenga que decir nada más. Lo que ha hecho y cómo ha sucedido todo, hablan por sí mismos", afirmó Horton.

Sun Yang es conocedor de lo que él llama "rumores", y contestó además a Horton. "Que me falte el respeto a mí está bien, pero hacia China es algo lamentable", comenta.