La travesía por el desierto durante las doce primeras carreras del año (lo que Ferrari tardó en ganar un Gran Premio) ha tornado en un oasis de optimismo tras los últimos buenos resultados de la dupla Vettel-Leclerc, o Leclerc-Vettel, porque el alemán rehuye las batallas internas para cerrar filas de cara al futuro inminente: "Usamos estas carreras para tomar posiciones para 2020", dice el cuatro veces campeón del mundo sobre esta recta final de temporada.

Ferrari ha ganado tres carreras esta temporada (dos Leclerc y dos Vettel) pero el objetivo ya está en el siguiente año: "Tratamos de aprovechar las carreras que quedan para conseguir una buena racha y estar en un buen lugar para el próximo año. Los coches serán los mismos, así que todo lo que podamos aprender este año, lo vamos a poder aplicar la próxima temporada", una explicación de Vettel que confirma el equipo rojo para la 2020: serán los mismos pilotos.

Al fin y al cabo es una buena oportunidad para perfilar un coche ganador y desarrollar garantías que permitan volver a ganar un mundial doce años después.

Pero de momento, el punto negativo de esta efervescencia es que hay alguien que se quedaría fuera de competir por tan preciado asiento: Fernando Alonso.