Max Verstappen se ha convertido en uno de los mejores pilotos del mundo y, si las cosas siguen como hasta ahora, podría convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia.

Sin embargo, si bien es cierto que la calidad del neerlandés es indudable, también lo es el polémico carácter del bicampeón del mundo y sus conversaciones con su ingeniero de carrera.

De ello ha hablado Chrisitan Horner, jefe de equipo de Red Bull, a través de unas declaraciones recogidas por 'SpeedCity Broadcasting', asegurando que la relación entre Max y su ingeniero lleva siendo igual "durante unos seis años".

"Max es un piloto duro y quebraría a muchos ingenieros de carrera. Tienes que tener a alguien que tenga seguridad en sí mismo para lidiar con eso. GP es nuestro equivalente de Jason Statham, y existe una confianza y un vínculo entre los dos", asegura el británico.

"Creo que, como cualquier deportista de élite, se apoyan en las personas que los rodean y creo que GP es el que tiene esa interacción. Pero lo que debe recordar es que los ingenieros están viviendo y respirando todos los datos", añade.

No obstante, Horner también le quita algo de presión a la situación: "A veces se pone un poco chispeante entre los dos. Pero Max es el tipo de personaje que acelerará muy rápido y bajará muy rápido. GP no olvida tan rápido".