Mónaco sigue siendo la pista de los sábados. La pista en la que una buena clasificación hace que puedas tener un buen domingo, y en la que una mala hace que sea justo lo contrario. Con un fin de semana complicado, McLaren ha solventado la complicada papeleta metiendo a Carlos Sainz en una Q3 en la que ha terminado con el décimo mejor crono. Hamilton, pole con un 1:10.166

Mucho hizo el madrileño, sabiendo cómo fue el jueves en Montecarlo y cómo se dio también la última sesión de entrenamientos antes de la hora de la verdad. Carlos hizo una Q1 extraordinaria salvando una eliminación en la que cayó un Ferrari. No, no fue el de Vettel. Bastante tuvo el alemán con perder el alerón en los Libres 3. Fue el de Leclerc, que cayó a las primeras de cambio en la carrera de casa.

De haber estado en Q2, Sainz habría llegado al límite posible con el McLaren. Norris no superó esa ronda, y él bordeó la eliminación para pasar con el décimo mejor crono. Al final, entre los diez mejores, acabó por delante del Toro Rosso de Albon para tomar la salida monegasca desde la novena plaza.

Ahí, en la pelea de los más rápidos, Mercedes volvió a demostrar que hasta ahora no tiene rival en 2019. Lo que parecía un super Ferrari se ha quedado en humo, con un Vettel errático que no pudo superar al Red Bull Honda de Verstappen. Tercero el holandés, por detras de un equipo, el alemán de la estrella, que se limita a competir consigo mismo.

Era o Bottas o Hamilton, y al final fue Lewis quien se llevó el gato al agua en la estrechez de las calles del Principado. Lo celebró a lo grande, con una euforia pocas veces vista sabedor de la gran cantidad de complicaciones en las que se está viendo gracias a Valtteri.

La carrera bien puede ser suya, y es que si aguanta bien en la salida tiene mucho recorrido hecho para ganar en Mónaco y para sumar un buen número de puntos en su camino al sexto Mundial. De momento, solo Mercedes aspira al título.