A más de 300 kilómetros por hora rodeados de muros. Así encaran los pilotos una vuelta al Circuito Gilles Villeneuve de Montreal, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de Canadá.

El ex piloto de Fórmula 1 ha analizado para 'Jugones' cómo es una vuelta al mítico trazado canadiense, y lo ha hecho con el Aston Martin de Fernando Alonso a través de un simulador de última generación.

El trazado canadiense tiene una de las velocidades medias más altas de la temporada, lo cual, combinado con los muros que flanquean la pista y el asfalto de un circuito semiurbano, lo convierten en uno de los más exigentes del mundial.

Las curvas 1 y 2

La primera 'chicane' es muy exigente para los pilotos. Es una zona estrecha en la que se frena en apoyo, lo que hace que el coche se vuelva muy inestable.

Desde la 'pole position' hasta la frenada apenas hay 200 metros, por lo que tener una buena arrancada será clave en la salida. Esta zona suele provocar muchos incidentes, especialmente en la primera vuelta.

La horquilla

La curva 10 es la más lenta del circuito. Se llega en octava velocidad, a más de 300 kilómetros por hora, y se frena hasta los 70 km/h. Es uno de los principales puntos de adelantamiento, aunque la mayoría de los aficionados la recuerdan por ser el lugar en el que Robert Kubica tuvo un escalofriante accidente en 2007 que le provocó varias fracturas en las piernas.

La 'chicane' del muro de los campeones

La última frenada del circuito de los campeones es una de las zonas más famosas del mundial. Llega tras una recta de más de un kilómetro en la que se activa del DRS. Se pasa de 320 km/h a apenas 100.

A pesar de que la velocidad no sea muy alta, el pronunciado bordillo que hay en el interior hace que cualquier error de cálculo mande el coche contra el famoso 'Muro de los Campeones', que recibe ese nombre por haberse cobrado víctimas como Michael Schumacher, Damon Hill, Jacques Villeneuve o Sebastian Vettel.