Max Verstappen ha nacido para romper todos y cada uno de los récords en la Fórmula 1. Y es que, a sus 26 años, Max es ya tricampeón del mundo y, a no ser que algún equipo evolucione en los próximos años, no parece que vaya a parar de ganar en el 'Gran Circo'.

Sin embargo, a pesar de que Max ha ganado sin complicaciones, el temperamento del neerlandés ha provocado discusiones con su ingeniero en más de una ocasión. Aun así, Gianpiero Lambiase, su ingeniero de pista, ha reconocido que su relación es inmejorable.

Asimismo, el propio Verstappen, en el podcast 'Talking Bull', asegura que la relación y la asociación entre ambos es fundamental para las aspiraciones del equipo y, también, para su rendimiento personal.

"Al final del día, es un esfuerzo de todo el equipo. Este año el coche ha sido increíble de conducir y bastante dominante. Intenté sacarle el máximo partido, explica Verstappen.

"¿Cuándo nos aburrimos? No ganar. Esto me motiva cada día a volver aquí a la fábrica para prepararme para las próximas carreras. Pero también una vez que estás allí, es la mejor sensación que existe. Así que para mí, no es nada aburrido", añade.

Por otro lado, Lambiase ha querido destacar cuál es el verdadero temor, tanto de Max como del equipo: "Mi mayor temor es el momento en que tengamos una mayor competencia y no ganemos todas las carreras".

Y es que, en tono de broma, Gianpiero asegura que, si ganando le trata así, cuando pierdan...: "¡Porque ves cómo me trata en este momento y está ganando todas las carreras! Realmente no tengo muchas ganas de que llegue".

"Hemos estado juntos durante ocho temporadas. Hay tantas carreras y tanto tiempo que te ves obligado a estar juntos. Creo que sería injusto esperar que Max pase aún más tiempo conmigo o viceversa cuando finalmente tenga un fin de semana libre", concluye el ingeniero.