Fernando Alonso no pudo despedirse de Alpine, al menos en clasificación, como él a buen seguro habría querido. El asturiano, en un coche que no se mostró competitivo durante todo el sábado, no pudo llegar a la Q3 en un Gran Premio de Abu Dhabi en el que arrancará undécimo.

En el que no se encontró cómodo en una pista, en una 'qualy', que comenzó escasos minutos después de una F2 que, debido a una bandera roja, se extendió más en tiempo de lo que estaba previsto. Así, con un asfalto que nadie sabía cómo iba a estar por la goma existente en el trazado, se enfrentó Alonso a su penúltimo reto con Alpine.

Y desde el comienzo se vio que la cosa iba a estar complicada. Porque no, no se escondieron en los Libres 3. Era lo que había, y con lo que había casi ni le da para llegar a la Q2.

Entró justo. Muy justo. Tan justo que lo logró en su última vuelta y marcando en amarillo los dos primeros sectores. Fue por milésimas, y por milésimas también se quedó fuera de la clasificación.

Era complicado estar en Q3 viendo el ritmo. Viendo, directamente, el 'no ritmo' del Alpine en esta 'qualy'. Porque si él estaba mal tampoco es que Esteban Ocon estuviese mucho mejor.

El francés, eso sí, colocó el coche en Q3. Alonso, por su parte, no pudo hacerlo por apenas 28 milésimas. Los dos McLaren, rivales de los Alpine, sí entraron.

No tuvo nada que decir Fernando por radio tras su intento. Desde el coche, saludos a la grada para decir adiós a los sábados de la F1 en este 2022.

Ahroa queda la carrera, una en la que Alonso, siempre que el coche no le deje tirado como ha sucedido en alguna que otra ocasión, es donde saca la mejor versión de sí mismo.