Fernando Alonso lidera prácticamente todas las estadísticas de longevidad de la Fórmula 1 gracias a su larga trayectoria que empezó allá por 2001, una carrera de la que ha hecho balance en la previa del Gran Premio de Hungría.

En Hungaroring consiguió su primera victoria en 2003, pero también fue el momento en el que cambió su vida: "Me acuerdo que fue un momento mágico de mi vida y de mi carrera, y algo que lo cambió todo. Perdí mi privacidad desde hace 20 años. La primera victoria es grande para todos y para mí fue un gran cambio".

"Es complicado porque tratas de cumplir tu sueño, el que tienes desde el karting, pilotar los mejores coches, llegar donde estoy ahora..., pero nunca ponías en la balanza los sacrificios que haces, los cambios que opera tu familia y tu vida eventualmente cuando llegas a la F1. No cambiaría nada porque es tu elección pero las cosas son un poco más difíciles que lo que se ve en televisión, que 20 o 30 años de tu vida han cambiado", añadió.

Respecto a las decisiones deportivas que ha tomado a lo largo de su carrera, Alonso fue contundente: "No cambiaría ninguna decisión ni me arrepiento de nada. Nadie tiene una bola de cristal para saber las prestaciones que tendrá un equipo".

"Me fui a McLaren y peleé el título y luego a Ferrari donde no creo que ningún piloto pueda decir que no. Yo luché por tres campeonatos en los cinco años en los que estuve. McLaren-Honda podría ser un proyecto interesante y poderoso, pero no funcionó. Eso puede pasar en el deporte", reflexionó.

"Entonces paré de la Fórmula 1 porque tenía muchas cosas y desafíos en mi cabeza que quería probar. Después volví con los que siempre consideré como mi familia, Alpine/Renault. Tras eso, fui a Aston Martin y todo eso demuestra la dificultad de elegir equipo", explicó.

Pese a la larga trayectoria, el asturiano afirma que sigue teniendo la misma ambición: "Cuando bajo la visera tengo la misma motivación y adrenalina por correr. Todo eso es igual que hace 20 años, solo que ahora tengo más experiencia fuera de pista, la forma de tratar con los ingenieros, preparar la estrategia...".

"El nivel de estrés es otro sabiendo ya lo que sé y que pocas cosas me sorprenden en carrera, pero el ADN, insisto, es el mismo", concluyó.