El Gran Premio de Las Vegas acabó dando una buena carrera después de un inicio poco convincente el viernes con infinidad de problemas. Eso sí, que la carrera acabara siendo emocionante no ha eliminado la multitud de problemas del circuito, señalados por Fernando Alonso.

La salida condicionó toda la carrera de Alonso. El asturiano trompeó y tuvo que remontar desde la penúltima posición, aunque reconoció después de la carrera que pensaba que tendría que abandonar: "Tengo que ver lo que pasó. Perdí el coche, no sé si estaba en un sandwich entre coches o estaba yo solo. Después de verme frente al Alfa Romeo y que yo estaba en dirección contraria, pensé que sería el final. Así que estoy contento por poder sumar puntos".

El '14' volvió a defender al trazado estadounidense, pero esta vez sí señaló las múltiples cosas que tienen que mejorar, como por ejemplo el agarre de la pista: "Creo que está bien. Pero el agarre del asfalto es muy bajo. Sé que es lo mismo para todos, pero en un circuito urbano es un factor muy peligroso. Lando tuvo un accidente bastante fuerte, parecía que corríamos en condiciones mixtas, mitad seco mitad mojado, y eso en un circuito urbano es un poco extraño".

"Dentro del coche la carrera fue divertida, hubo batallas entretenidas. Pero el nivel de agarre y la temperatura del asfalto puso a los neumáticos bajo mucho estrés y con mucho ‘graining’. Quizás para el año que viene podemos aprender", añadió.

Pese a la falta de agarre, Alonso reiteró que la carrera, pese a ser mejorable, estuvo bien: "La carrera estuvo bien organizada, quizás los horarios eran demasiado tarde para los mecánicos, para la prensa y para los pilotos. Creo que el segundo año será mucho mejor, también sucedió así en Miami. Aquí hay cosas que mejorar, pero creo que en general fue un buen evento".

Sin embargo, el de Aston Martin apuntó que para el año que viene habría que realizar alguna modificación al trazado: "Hay que encontrar el equilibrio, no es muy divertido pilotar en esta clase de circuitos, a 360 kilómetros por hora, sin agarre, sin visibilidad, con un rebote terrible".

"Sé que el espectáculo desde fuera parece bueno, pero estos coches no están hechos para tomar curvas a 80 kilómetros por hora, sino para rodar en Barcelona, en Silverstone, y maximizar el potencial de un F1. Hay que buscar un equilibrio en el calendario con carreras tradicionales", concluyó.