Tras perder los Mundiales de Fórmula 1 de 2005 y 2006 contra Fernando Alonso, quién hubiera dicho que el sustituto de Michael Schumacher -se retiró por primera vez- en Ferrari podría haber sido Valentino Rossi, entonces pentacampeón del mundo de MotoGP y amante confeso del automovilismo.

El ya expiloto italiano ha reconocido en una entrevista en 'In Depth With Graham Bensinger' que estuvo "muy cerca" de firmar por el 'Cavallino', pero su amor era preso de las motos: "Mi corazón me dijo que me quedara en MotoGP".

"Stefano Domenicalli me llamó y me dijo: '¿Por qué no pruebas uno de nuestros coches? Tenemos una pista rápida en Fiorano, hagamos un test aquí'", explica 'El Doctor'.

"Acepté la oferta y organizamos la prueba", añade Rossi, que tras rodar en Mugello y Fiorano, se puso al volante de un Ferrari en los test de pretemporada celebrados el 1 de febrero de 2006 en el circuito Ricardo Tormo de Valencia.

Valentino logró el noveno mejor tiempo en una parrilla conformada por 15 pilotos, estando a tan solo siete décimas de Michael Schumacher.

Sin embargo, el "plan" de la 'Scuderia' requería un año de prueba: "Había un plan para pasar a la F1, pero no directamente con Ferrari. La intención era que comenzase con un equipo más pequeño, ganase experiencia y si iba lo suficientemente rápido, pasaría a Ferrari".

"Me decían: 'Elige F1, ve a Ferrari', porque eso era algo importante", añade el italiano, al que no le convenció la oferta: "Cuando llegué a casa decidí seguir en MotoGP".