Cuando Fernando Alonso firmó por Aston Martin en el mes de septiembre, el equipo ocupaba la penúltima posición del mundial de constructores. Era una decisión demasiado arriesgada... y el tiempo le ha dado la razón. Quedarse en Alpine hubiera sido fatal viendo el comienzo del equipo francés.

Desde la pretemporada, antes de que los coches empezaran ya a rodar, empezaron a salir datos que colocaban a Aston Martin en la zona media de la parrilla. En los test de pretemporada, incluso por detrás de Red Bull por delante de los Mercedes y los Ferrari. Parecía una locura. Ni Fernando se lo creía.

Así lo ha comentado en una entrevista a 'Sky', en la que ha desvelado cuándo se dio cuenta que el AMR23 podía ser tan competitivo como para luchar por las posiciones de podio.

"Tuvimos buenas sensaciones en invierno, buenas perspectivas en la fábrica, tuvimos un gran 'filming day' en Silverstone. Pero siempre era demasiado bonito para ser verdad", ha expresado el bicampeón de la Fórmula 1.

No fue hasta Bahrein cuando se lo creyó de verdad: "En los test éramos rápidos, pero eran solo test. En la primera carrera fue cuando nos dimos cuenta de que era rápido".

En aquella carrera Alonso fue tercero (ha sumado cuatro podios en cinco carreras) y entró en la línea de meta totalmente exultante. "¿Qué habéis hecho, chicos? ¿Qué habéis hecho?", preguntaba por radio mientras en el box de Aston Martin se abrazaban. Acababa de comenzar una historia de la que todavía quedan muchos capítulos por escribir... con la 33 en el punto de mira.