Ahora sí que sí hay brotes verdes en McLaren. Por fin, y tras años y años en el ostracismo, sufriendo bien por motores o bien por el propio coche, parece ser que los de Woking han hecho bien su trabajo. Porque lo que antes era llegar arriba sufriendo o por problemas de los demás, ahora ya es el pan de cada día. En Francia, el papaya estuvo 'on fire' con un Carlos Sainz enorme que acabó sexto. Sí, Mercedes está en otro mundo, pero liderar la clase media era el objetivo y, al menos en el Paul Ricard, lo han cumplido.

Y con creces, porque Carlos Sainz estaba de lo más tranquilo en su monoplaza. Dominando la situación y demostrando veteranía. Haciendo ver a su equipo quién es el número 1 de la escudería naranja. Su salida, fulgurante, tan solo parada por un Charles Leclerc que impidió que además de a Norris superase a Verstappen. Con todo, alcanzó el quinto puesto que terminaría siendo sexto tras el huracán Vettel.

Así acabó, y lo mejor no solo fue el resultado sino que cuando su equipo le pedía que subiera el ritmo, ante las exigencias de Lando tras él, lo hacía. No solo igualaba lo que le pedían sino que lo superaba. Que querían tal, les daba eso y más. Al final lo que podía haber sido un infierno de final se convirtió en un tranquilo paseo por el elíseo de la cantidad de tiempo que metió a los que iban tras él.

Habría sido completa la fiesta de no haber padecido Lando Norris problemas hidráulicos, pero tales eran sus pesares que el coche apenas giraba en las curvas en una última y fatídica vuelta. Una en la que Hamilton y Vettel lucharon por la vuelta rápida. Se la llevó Seb, con neumático blando, pero no fue mucho tiempo el que tuvo con respeto a un Lewis con una enorme cantidad de vueltas de un neumático de compuesto más duro.

Porque lo del pentacampeón es ir muy sobrado. No tuvo el más mínimo problema en una carrera que dominó de principio a fin. Fue el líder, es el líder. Y lo es por algo. Lo es porque aun teniendo Bottas el mismo coche que él la diferencia entre ambos fue tal que Valtteri de hecho llegó a temer por su segunda plaza. Leclert apretaba... y casi evita un doblete plateado en el podio de Francia.

Carrera completada en el país galo y muy buen sabor de boca para Mercedes... y sí, para McLaren también. Las victorias están lejos, pero el trabajo va en la dirección correcta tras una prueba en la que han demostrado ser, gracias a Carlos Sainz, los mejores de la clase media de la Fórmula 1.