El delantero ucraniano Roman Zozulya, que se encuentra entrenando con el Betis tras su fallida cesión al Rayo Vallecano, declaró que "si hubiera la más mínima posibilidad de regresar al Dnipro iría allí andando", porque se encuentra "listo" para jugar.
"Necesito competir porque eso me permitiría regresar a la selección. Parece que la única opción de ello es volver al Dnipro y ojalá todo se solucione. Si hubiera la más mínima posibilidad de regresar iría allí andando", dijo Zozulya.
El jugador no pudo defenderse ante los aficionados
El futbolista ucraniano recordó el día 1 de febrero, cuando acudió a la Ciudad Deportiva del Rayo y recibió insultos de algunos aficionados. "Intenté hablar con ellos, mirarles a los ojos y decirles la verdad. Pero me llamaban fascista por defender a mí país. Ocho o diez de ellos decían que habían luchado del otro lado en el Donbass", confesó Zozulya a Football Hub.
Zozulya fue inscrito por el Rayo al cierre del mercado de invierno, cedido por el Betis, pero apenas unas horas después decidió regresar a Sevilla ante las protestas de gran parte de la afición rayista, que lo acusa de tener ideas neonazis. El jugador, cuando acudió en su primer día a las oficinas de la Ciudad Deportiva del Rayo, fue recibido con insultos por parte de algunos aficionados, que también portaron pancartas en contra del ucraniano.
Ante la gravedad del caso, Javier Tebas, presidente de LaLiga, Raúl Martín Presa, presidente del Rayo, Luis Rubiales, presidente de AFE y dos abogados, se reunieron el 2 de febrero para abordar el tema. En esa reunión se acordó garantizar la "seguridad plena" para que Roman Zozulya pudiera jugar en el Rayo, una decisión que el futbolista ucraniano decidió "libremente" si la aceptaba o no.
De momento, se ejercita con el Betis a la espera de solucionar su situación deportiva. El principal problema para regresar a Ucrania reside en que el Dnipro se encuentra sancionado sin fichar por la UEFA debido a sus deudas.