Gil Manzano protagonizó ayer en Mestalla uno de los momentos más polémicos de los últimos tiempos en en fútbol español. En el minuto 8 del tiempo añadido, con empate a dos en el marcador, el Real Madrid sacó un córner buscando el gol de la victoria. El guardameta Mamardashvili despejó el primer envío, y el colegiado pacense amagó con señalar el final del partido, pero dudó.

Brahim recogió el rechace, puso un segundo centro al área y encontró a Bellingham, que cabeceó para hacer el gol que le hubiese dado la victoria al Madrid, pero el árbitro no le dio validez, asegurando que había decretado ya el final.

Los jugadores merengues no podían creer lo que acababa de pasar y pidieron explicaciones a Gil Manzano. Bellingham fue el que lo hizo de forma más airada, y acabó llevándose la tarjeta roja.

Tras el encuentro, Carlo Ancelotti fue preguntado por la acción, y no dudó en mostrar su enfado y su incredulidad. "No hay mucho que decir. Ha pasado algo inédito y nunca antes me había pasado. Después del rechace hemos tenido la posesión. Nunca me había pasado y no hay más que añadir", dijo el técnico italiano en rueda de prensa.

"Nos ha molestado la roja a Bellingham porque no ha dicho ningún insulto. Era frustración. Ha dicho "fu*** goal" y es la verdad. Si pita cuando el portero del Valencia rechaza el balón es válido, pero ha dejado continuar y hemos tenido la posesión. Creo que ha hecho un error", añadió Ancelotti.

Aurélien Tchouaméni se sumó a las protestas, en su caso a través de las redes sociales. "Eso es vergonzoso", dijo el centrocampista francés en su cuenta de X.

El propio club también se quejó a través de su web, definiendo la actuación de Gil Manzano como una "decisión arbitral inédita" que "impida la victoria del Real Madrid en Mestalla".