Suena a topicazo... pero el Real Madrid llegó tarde a Gran Canaria. Llegó tarde, más de una hora tarde, al partido que les enfrentaba a la UD Las Palmas. Sí, porque no estuvieron durante todo el primer tiempo. Y sí, tampoco durante gran parte del segundo. No estuvieron, y al no estar tuvieron de nuevo que remontar un encuentro que bien pudo terminar de forma diferente de no llegar a despertar con el 1-0.

De no llegar a abrir los ojos, por fin, después de que Javi Muñoz hiciera justicia a lo que se veía y se vivía en la isla. Porque Las Palmas, porque el equipo de García Pimienta, estaba dando un buen repaso al Real Madrid. No había rastro en Gran Canaria del que es actual líder de LaLiga. No había rastro de ellos ni en ataque ni en defensa.

Porque Las Palmas llegaba. Llegaba jugando. Estaban cómodos los insulares. Estaban más que cómodos. Tenían el balón, y tenían el control. Con un Real Madrid completamente dormido, y con no demasiadas ocasiones en su haber, los locales disfrutaban. Se lo pasaban bien. Jugaban. Y se notaba que al final iba a pasar.

Y es que no había rastro ni de Vinicius ni de Rodrygo. El 11, además, bien pudo irse a la caseta nada más comenzar el partido de haber entendido como agresión el trencilla un manotazo sobre Valles. No hubo mucho más en un primer acto en el que Las Palmas fue mejor.

El gol del despertar

En el segundo también. Al menos hasta el gol. Llegaban por banda. Por el centro. Llegaban tocando. Llegaban como querían. En una de esas, Javi Muñoz enchufó a las redes justo después de que Lunin obrar un nuevo milagro con un paradón espectacular. Ante el 5, no pudo hacer mucho.

Ahí, por fin, despertó el Real Madrid. Fuera Brahim. Fuera Ceballos. Dentro Joselu. El cambio que puso todo patas arriba. Vinicius, en banda, volvió locos a los zagueros de Las Palmas. Se metía por donde quería, fuese como fuese el espacio que hubiera. En una de esas tuvo el empate. En otra, lo marcó.

El pase de Camavinga fue el 75% del gol. Porque la puso donde había que ponerla. Porque era complicado hacerlo mejor. La definición del 7, magistral. Ya tenían el viento a favor. Ya tenían el partido igualado. Y tenían por delante, todavía, 20 minutos.

Fue Tchouameni el que culminó la remontada con un cabezazo a la salida de un corner. El francés, otro de los cambios de Ancelotti, impuso su ley en el área para poner el 1-2... y para, a la postre, dar tres puntos al Real Madrid.

Hasta que llegó el Real

Tres complicados puntos, ante una UD Las Palmas que está haciendo una gran temporada y que además jugaba delante de su gente. Poco les pueden pedir. Fueron superiores hasta el gol... y luego el Real Madrid fue el Real Madrid.