La selección de España sub-21 arrolló 4-1 en Reggio Emilia a la de Francia en la semifinal del Europeo de categoría y selló el billete para la final del próximo domingo en Udine, en la que buscará revancha ante la vigente campeona Alemania.
Pese a recibir el primer gol, con un penalti anotado por Jean Philippe Mateta, España siguió fiel a su estilo, dominó la posesión y terminó goleando a Francia gracias a los tantos de Marc Roca, Mikel Oyarzabal, de penalti, Dani Olmo y Borja Mayoral. Ni los 35 grados del Mapei Stadium de Reggio Emilia pudieron frenar a una España que, tras la derrota sufrida en su estreno en el Europeo contra Italia, llegó a la fase decisiva del torneo en su mejor estado de forma, a nivel atlético y mental.
El encuentro empezó con el guión esperado, con España que se apoderó del balón y Francia que esperaba en su mitad de campo en el intento de salir al contragolpe. La "Roja", con Oyarzabal confirmado como falso nueve, delante de Dani Ceballos, Pablo Fornals y Olmo, llegaba con peligrosidad al área francesa, pero fueron los galos en golpear primero.
Minutos después de que el colegiado negara a España un penalti por falta de mano de Fodé Ballo Touré, en la otra área Matteo Guendouzi fue empujado por Junior Firpo y consiguió la pena máxima que Jean Philippe Mateta transformó con seguridad para adelantar a Francia (m.14). Fue un golpe duro para España, pero pronto llegó la chispa para reaccionar.
Apenas sesenta segundos después del 1-0, Mateta volvió a tener una inmejorable ocasión par ampliar el margen, pero apareció el meta Antonio Sivera con una parada salvadora. Su intervención cambió la dinámica del encuentro y dio nuevo empuje a la Roja. El seleccionado de De La Fuente volvió a tomar el mando del choque y, tras una gran respuesta del portero Paul Benardoni a disparos de Pablo Fornals, llegó el empate.
Unai Nuñez cabeceó tras un saque de esquina, despejó el portero y en el rechace llegó Marc Roca para enviar el balón al fondo de las mallas y romper el muro galo (m.28). A Francia le costaba salir de su mitad de campo y España seguía empujando. Firpo era incontenible en la banda izquierda, aunque con poca pegada; Olmo y Martín Aguirregabiria combinaban con peligrosidad en el carril derecho y precisamente desde allí la Roja construyó el 2-1.
El media-punta del Dinamo Zagreb se liberó de Ballo Touré tras una gran jugada junto a Aguirregabiria y ofreció el balón a Oyarzabal, que fue derribado por Dayot Upamecano. El vasco se encargó de la transformación y no tembló. Subió el 2-1 al marcador justo al borde del descanso y hundió anímicamente a los franceses.
Los chicos del técnico Sylvain Ripoll, que llegaron a esta cita con dos días menos de descanso, no tuvieron fuerzas para reaccionar y a los dos minutos de la reanudación capitularon, al encajar el golazo de España para el 3-1. Tras una gran acción coral, Fabián encaró al meta y ofreció a Olmo un cómodo balón que el media-punta solo tuvo que empujar en la portería.
Es el segundo gol en este Europeo para el jugador de Terrassa, que ya vio puerta ante Bélgica, en este mismo campo. Con la doble ventaja, España pudo gestionar el balón y las energías, ante una Francia con problemas físicos y morales. Era el momento para sacar a Mayoral y castigar las indecisiones de la defensa francesa. El delantero de propiedad del Real Madrid entró en el 63 y tardó apenas cuatro minutos para celebrar su segunda diana consecutiva.
Lo hizo con un potente derechazo tras un gran centro de Fornals y certificó el pase de ronda español. Los últimos minutos fueron controlados por la Roja, que rozó el quinto gol con Carlos Soler en el añadido y que tras cuatro minutos de tiempo añadido pudo celebrar su segunda final consecutiva en el Europeo sub-21, que será de nuevo contra Alemania, ganadora este mismo jueves 4-2 contra la revelación Rumanía.
Hace dos años en el Europeo polaco un gol del alemán Mitchel Weiser le negó el título a España. El próximo domingo en el estadio Dacia Arena de Udine, la Roja tendrá la opción de tomarse la revancha y coronar con el título continental una generación memorable.