El Deportivo y el Eibar han sumado un punto insuficiente para los objetivos de ambos (1-1), en un partido en el que los locales se quedaron en inferioridad antes del descanso por la expulsión de su portero y en el que fallaron ocasiones muy claras en la primera parte antes de que su rival se adelantara.
Los coruñeses habrían salido de las posiciones de descenso provisionalmente si se hubieran impuesto a los vascos, pero no lo consiguieron, y los eibarreses habrían alcanzado en la tabla al sexto, el Villarreal, y con el empate han perdido la séptima plaza, ahora en manos del Girona.
Después de la goleada ante el Getafe (3-0), Clarence Seedorf introdujo siete cambios en la alineación y dio la alternativa bajo palos a Maksym Koval, que fue incorporado en el mercado invernal y en febrero sufrió una fractura en el índice de la mano izquierda en un entrenamiento, lesión de la que se ha recuperado con tratamiento conservador.
Seedorf le comparó con el increíble Hulk, porque a pesar de la fractura ha seguido trabajando, y le abrió las puertas del once ante el Eibar, partido en el que quedó retratado después de que el Deportivo desperdiciara tres ocasiones claras para adelantarse al equipo vasco.
La salida de los coruñeses, con rombo en el centro del campo (Borges, Muntari, Çolak y Adrián López) y dupla ofensiva (Lucas y Andone) fue fulgurante, pero la falta de acierto de sus delanteros volvió a pasarles factura.
Dmitrovic evitó con una buena parada que Andone desequilibrara el marcador a los cuatro minutos tras un pase de Lucas Pérez y a los siete sacó con un pie un flojo remate del '7' blanquiazul después de una asistencia del rumano.
No marcó el Deportivo, que llevaba cinco jornadas sin ver puerta (algo que solo le había pasado en una Liga de Primera División), y el Eibar se la cobró en la primera que tuvo.
Fue a los once minutos en un contraataque que no cortó Sidnei y que acabó con un centro del chileno Orellana desde la banda derecha, una salida en falso del debutante Koval y el tanto a placer del japonés Inui.
Los deportivistas zanjaron su sequía en una jugada que nació de los pies de Çolak, continuó en los de Adrián y el centro del asturiano lo cabeceó Andone a un poste, pero esta vez el balón repelido golpeó el cuerpo de Dmitrovic y el guardameta se lo acabó metiendo en su propia portería.
Cuando el Deportivo mejor estaba, un pase atrás de Borges lo dejó pasar Albentosa, que optó por protegerlo en lugar de tocárselo a su Koval, este reaccionó tarde y el control se le fue demasiado largo, el balón le cayó a Joan Jordán y el portero le derribó y fue expulsado a falta de siete minutos para el descanso.
Seedorf reaccionó llamando a todos sus jugadores para que se acercaran al banquillo mientras atendían a Jordán y se preparaba Rubén Martínez, una especie de tiempo muerto que acabó con Çolak como el futbolista sustituido.
De vuelta al césped, el Deportivo empujó con el corazón, pero fue el Eibar el que estuvo a punto de desnivelar nuevamente el choque con un disparo de Inui que desvió Rubén a córner (min.59).
Los visitantes asediaron al Deportivo, Joan Jordán probó a Rubén con un disparo que atajó el guardameta y después fue un centro envenenado de Iván Alejo el que estuvo a punto de sorprender al portero blanquiazul, que logró desviar.
En los últimos minutos, Seedorf refrescó el equipo y uno de los sustituidos, Andone, intercambió impresiones con el técnico antes de sentarse en el banquillo, desde donde vio el empate de su equipo y las críticas de la afición de Riazor a jugadores y directiva.