El adverbio "solo" podrá llevar tilde de nuevo. Así lo ha decidido este jueves la RAE, que hasta ahora establecía que esta palabrano se escribe con tilde aunque equivalga a "solamente". Ahora, la Academia ha decidido que sí podrá llevarla, al igual que los pronombres demostrativos "este, ese y aquel", así comosus femeninos y plurales, cuando a juicio de quien escribe haya riesgo de ambigüedad.

Un cambio que, según fuentes del pleno de la Academia de la Lengua citadas por Efe, reivindicaban desde hace años los académicos escritores que consideraban que debía "despenalizarse" el uso de la tilde en estas palabras.

Hasta ahora, la RAE determinaba que la palabra "solo", tanto cuando es adverbio y equivale a "solamente" como cuando es adjetivo, así como los demostrativos "este, ese y aquel" y sus femeninos y plurales, ya funcionaran como pronombres o como determinantes, no debían llevar tilde.

A pesar de que anteriormente las reglas ortográficas prescribían el uso de tilde en el adverbio "solo" y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo "solo" y de los determinantes demostrativos cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones, se consideraba que las posibles ambigüedades podían resolverse casi siempre por el propio contexto.

La recomendación general era la de no tildar estas palabras, aunque era optativo cuando su uso entrañara un riesgo de ambigüedad, pero no se definía a juicio de quién, según las fuentes consultadas por la citada agencia, que han destacado que había casos de exámenes y oposiciones en los que usarla restaba nota porque solía depender del criterio del profesor o del examinador. La novedad radica, pues, en que pasa a ser criterio de quien escribe el texto el tildar o no estas palabras.

Un cambio ante el que el escritor Arturo Pérez-Reverte ha trasladado a Efe su satisfacción y ha señalado que todos los académicos han estado de acuerdo en introducir esta formulación, ya que no destruye la formulación inicial pero permite un uso más razonable de la tilde en estos casos, al ser quien escribe el texto quien decide si debe o no hacer uso de ella.