El investigador y ginecólogo Jan Tesarik está investigando desde Granada una técnica experimental para conseguir que células no reproductivas del cuerpo de la mujer o del hombre puedan funcionar como óvulos o como espermatozoides, lo que podría aplicarse en casos de infertilidad cuando los pacientes no los producen de forma natural o no son de buena calidad.
La pretensión de esta técnica, que está especialmente enfocada al tema de los óvulos, es 'semiclonar' a la madre, con la introducción de su ADN en el óvulo de una donante, que actuaría como 'recipiente', y fecundarlo con la participación del padre.
"Si cogemos una célula del cuerpo de la madre, la metemos en un óvulo y éste se desarrolla, es una clonación pura de la madre, tal y como fue creada la oveja Dolly; pero la semiclonación supone incluir una etapa donde se reduce a la mitad el material genético aportado, teniendo la participación de la madre y el padre", ha relatado Tesarik.
Esto permitiría tener un embrión completo con la participación de una madre y un padre, lo que daría respuesta a las pretensiones de muchas mujeres que rechazan la donación de óvulos como fórmula para tener un hijo al "no poder digerir que no sea suyo genéticamente", relata el experto.
Tesarik se muestra a favor de la donación de óvulos como opción "disponible" y efectiva en un muy alto porcentaje, si bien afirma que su trabajo no es "juzgar las opciones personales de la gente" sino encontrar respuestas.
Hasta ahora se han encontrado en embriones de ratones sometidos a esta técnica muchas anomalías cromosómicas y se reconoce que sus "efectos colaterales" "no son fáciles de prever" en la actualidad; por ello no se ha aplicado clínicamente todavía y se trabaja en mejorarla.
Pese a ello, Tesarik, director de la Clínica Margen de Granada, se muestra convencido de que la técnica acabará siendo viable, permitiendo "crear" óvulos y espermatozoides en personas que no los tienen y logrando "acabar con la infertilidad" tal y como se conoce hoy en día.
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