Los investigadores obtuvieron tales resultados al infectar con el zika células que contenían "glioblastoma", que es el tumor del sistema nervioso central más común y maligno, además de ser de rápido crecimiento.

Tan solo 24 horas después de la inyección, el zika ya había eliminado la mitad de las células tumorales, un proceso que se repitió durante las siguientes horas sin que las células sanas se vieran afectadas por la acción del virus.

El experimento se produjo bajo el principio constatado de que el zika es notablemente destructivo con las células cerebrales en recién nacidos, pero no en adultos. "El zika protegería las células normales del adulto y eliminaría apenas las células del cáncer, volviéndose un tratamiento más específico que la quimioterapia", explicó a medios locales la investigadora Estela de Oliveira Lima.

Además, los investigadores notaron que cuando se produjo el contacto entre el zika y la célula cancerígena aumentó bastante la cantidad de "digoxina", una sustancia responsable de la muerte de los tumores y que ya es utilizada en el tratamiento de algunas enfermedades cardiacas.

"El descubrimiento de la sustancia y el mecanismo con el que actúa en el 'glioblastoma', en este tipo de cáncer, es inédito en el mundo", afirmó el médico Rodrigo Ramos Catarino. Tras las pruebas en el laboratorio, el siguiente paso será ensayar con animales y por último, con seres humanos, lo que podría desembocar, si se confirman los resultados, en un nuevo tratamiento contra el citado tumor e incluso en una vacuna.

Fotografía de mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del Zika
Campaña contra el viriuus Zika en Guatemala