Incluso si el cambio climático sólo progresa moderadamente --como los científicos están observando actualmente-- el riesgo de infección continuará aumentando en muchas regiones del mundo hasta finales del siglo XXI. Los investigadores han publicado sus hallazgos en 'Scientific Reports'.

Son el mosquito tigre asiático y el mosquito de la fiebre amarilla los que infectan a los humanos con el virus Chikunguña. El clima afecta la propagación de un virus transmitido por mosquitos de dos formas principales.

En primer lugar, desempeña un papel crucial en la distribución geográfica de los mosquitos, que sólo pueden prosperar a largo plazo si la temperatura y los niveles de precipitación son lo suficientemente altos. En segundo lugar, el virus se replica especialmente rápidamente en el cuerpo del mosquito si la temperatura ambiente es alta y se mantiene relativamente constante durante el transcurso del día. Por esta razón, el riesgo de infectarse con el virus Chikunguñase ha limitado hasta ahora a regiones tropicales de África, Asia y América del Sur.

Para su estudio, los investigadores examinaron los factores responsables de las condiciones climáticas en regiones que tradicionalmente tenían una alta tasa de infección. El equipo fue dirigido por Carl Beierkuhnlein, y sus colegas del ECDC Jan Semenza y Jonathan Suk.

Los datos recopilados les permitió generar un mapa del mundo que muestra las áreas donde el riesgo de infección es particularmente alto. Con este fin, los investigadores seleccionaron un enfoque basado en 'aprendizaje de máquina' que se utiliza a menudo en la conservación de la naturaleza y la vida silvestre para desarrollar modelos para la distribución de varias especies de plantas y animales.

El enfoque hace uso de un programa informático basado en el llamado "método de entropía máxima", que se ocupa de todos los cálculos estadísticos necesarios. "En estrecha colaboración con los investigadores del ECDC, pudimos obtener una sofisticada visión global del riesgo de infección por Chikungunya", comenta el investigador doctoral en el equipo de biogeografía de Bayreuth, Nils Tjaden.

Con respecto a cómo se verán afectadas las actuales áreas de riesgo por el cambio climático, el estudio afirma que depende de los supuestos subyacentes con respecto al curso futuro del cambio climático global en el que se basan los cálculos. Los investigadores de Bayreuth y Estocolmo utilizaron dos escenarios diferentes de cambio climático. Uno de los dos escenarios supone que el cambio climático progresará moderadamente y que el objetivo del IPCC de dos grados centígrados por año sólo se perderá ligeramente.

La temperatura global promedio aumentaría en 2,6 grados Celsius para el año 2100 en comparación con los tiempos preindustriales. Sobre esta base, los cálculos apuntan a una tendencia general que hará que las condiciones climáticas en todo el mundo sean más favorables para las infecciones por Chikunguña.

Por el contrario, el segundo escenario supone que el cambio climático se dejará sin control en gran medida. Aquí la temperatura global promedio aumentaría cerca de 4.6 grados Celsius por el año 2100 comparado con los tiempos preindustriales. En este caso, las regiones con alto riesgo de Chikunguña crecerían notablemente. El virus probablemente se extendería a los países del sur de Europa, así como a los Estados Unidos.

"Debido a que aún no hemos desarrollado una estrategia global que reduzca efectivamente el cambio climático, este escenario parece ser más probable que el otro. En las latitudes templadas, el riesgo de infección por Chikungunya puede alcanzar niveles incluso mayores que la proyección dada en el segundo escenario", explica el profesor Beierkuhnlein.

"La gente ya ha sido infectada con Chikungunya en Italia, Francia y Florida, sin embargo, estos casos son todavía demasiado raros para jugar un papel significativo en nuestro modelo. El potencial climático de nuevas enfermedades en el sur de Europa y los Estados Unidos es, probablemente, subestimado", explica la investigadora de biogeografía en Bayreuth, Stephanie Thomas.

Según las predicciones del equipo, el riesgo de Chikungunya sólo es probable que disminuya ligeramente en dos lugares: India y en el extremo sur del Sáhara. La razón es las condiciones meteorológicas, que en esos lugares podrían llegar a ser incluso demasiado extremas para los mosquitos.