Una de las grandes historias del sorteo de la Lotería de Navidad la ha dejado Perla. Ella se encontraba en el Teatro Real de Madrid cuando, de repente, escuchó a los niños de San Ildefonso cantar el Gordo. Fue entonces cuando echó mano a sus décimos y se percató de que, efectivamente, le había tocado a ella también.

Perla tuvo que abandonar el patio de butacas acompañada por efectivos del SAMUR, atendiendo a los medios de comunicación junto a sus hijos. Confiesa que jugó porque su padre apareció en un sueño y le dio una premisa clara: "Juega". Ahora, sus planes pasan por comprar una casa y pagar la universidad a sus hijos.

Era tal su convicción que imprimió un cheque que decía que iba a ganar 400.000 euros. Perla lleva casi dos años desempleada después de trabajar más de 20 años en la cafetería del Palacio de la Moncloa. "Nos despidieron a todos porque la empresa que entró quedó deudora con la Seguridad Social y nos echaron a la calle", comenta.

Ahora, una emocionada Perla puede disfrutar de su décimo premiado, una historia llena de emoción que le permite a ella y a sus hijos empezar una nueva vida.