Guerra arancelaria

La verdadera razón del acuerdo entre Estados Unidos y China: salvar el Black Friday

Los detalles
Con la reducción de aranceles, ambas naciones buscan evitar el caos en el comercio y garantizar los productos necesarios para el mayor evento de compras del año.

La verdadera razón del acuerdo entre Estados Unidos y China: salvar el Black Friday

Este fin de semana, representantes de Estados unidos y China se reunieron en Ginebra para llegar a un acuerdo que reduce temporalmente las tensiones comerciales entre ambos países. Según un comunicado conjunto publicado este lunes, durante los próximos 90 días, Pekín reducirá los aranceles que aplica a los productos estadounidenses del 125% al 10%, mientras que Washington hará lo propio con los productos chinos, bajando los aranceles del 145% al 30%. Además, ambas potencias han acordado crear un mecanismo de diálogo permanente para evitar que se repitan los problemas comerciales de los últimos meses.

El acuerdo tiene un claro objetivo: el Black Friday. A tan solo seis meses del evento de compras más importante del año, la necesidad de reducir los aranceles se ha vuelto urgente para que los precios de los productos que Estados Unidos importa a China no se disparen. Esto es crucial, porque en el sector minorista, los pedidos a gran escala se planifican con medio año de antelación.

Por ejemplo, si una tienda necesita millones de juguetes para las fiestas navideñas, tiene que encargarlos ahora para asegurarse de que lleguen a tiempo. Por eso, las empresas estadounidenses ya están empezando a aumentar sus inventarios para estar listas para la vuelta al cole, el Black Friday y las Navidades.

Sin embargo, reactivar el comercio marítimo no será tan sencillo. Los puertos, que están diseñados para manejar un flujo constante y predecible de mercancías, podrían colapsar con el aumento de contenedores que se espera tras este acuerdo. Esto generará retrasos en la llegada de productos y aumentos en los costos de transporte.

La situación recuerda a los problemas que se vivieron durante la pandemia, cuando los precios de los contenedores se dispararon y los puertos se vieron saturados.

Aunque el Black Friday sea lo que más se vea desde el punto de vista del consumidor, la verdadera preocupación es la posible interrupción de la cadena de suministro industrial. El problema no son solo los juguetes y los productos navideños; también es crucial que empresas como Tesla o Harley-Davidson reciban sus componentes, como los chips para los coches o las piezas para las motos.

En los últimos meses, China había logrado aumentar sus exportaciones a otros mercados, pero la falta de acuerdos con Estados Unidos podría haber paralizado la producción de estas grandes industrias. Este acuerdo se ha convertido en una medida urgente para evitar una crisis mayor y asegurar que la economía estadounidense siga funcionando, especialmente en los meses previos al Black Friday.