El síndrome de piernas inquietas es una de las tres patologías de sueño más frecuentes en la población española: la primera es sin duda el insomnio que padecen de forma crónica el 15% de lapoblación española. Se estima quehasta 2 millones de personas en España podrían sufrir el síndrome de piernas inquietas, un trastorno neurológico -también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom: hasta un 10% de la población adulta y hasta un 4% de los niños y adolescentes pueden padecerlo.

Según explica la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo del Día Mundial de esta enfermedad (23 de septiembre), el síndrome de piernas inquietas se caracteriza por provocar en los pacientes la necesidad difícilmente controlable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de hormigueo, picazón o ardor que suele aparecer durante el reposo y disminuye con el movimiento.

Los síntomas aparecen, normalmente, al llegar la tarde-noche, lo que con frecuencia produce problemas de sueño. Así y tal como explicaba a laSexta.com en Imposible dormir: estos son los tres trastornos del sueño más frecuentes y los síntomas para detectarlosla neurofisióloga de la SEN, la Dra.Ana Teijeira Azcona, "el síntoma que nos va a poner en alerta es el que inquietud o molestias en las piernas, y ante éste es fundamental acudir al médico para valorar lo que está pasando".

Además y según sostiene la Dra. Celia García Malo, vocal del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de esta sociedad científica, "puesto que los síntomas de esta enfermedad suelen darse principalmente durante el descanso o por la noche, es muy común que los pacientes experimenten dificultades para dormir o relajarse, lo que puede afectar mucho la calidad de vida del paciente".

Actualmente, aproximadamente un 25% de los pacientes que acuden a la consulta de Neurología o a una Unidad de Sueño por problemas de insomnio crónico es diagnosticado con el síndrome de piernas inquietas.

Un 25% de los pacientes que acuden a la consulta de Neurología o a una Unidad de Sueño por problemas de insomnio crónico es diagnosticado con el síndrome de piernas inquietas

Sociedad Española de Neurología (SEN)

"No en vano, el síndrome de las piernas inquietas, además de su impacto en la calidad del sueño, suele estar asociado con ansiedad y depresión, además de que puede tener un significativo impacto en las relaciones sociales y laborales", añade. Es por ello, fundamental detectarlo o diagnosticar cuanto antes, diagnóstico que suele llevar más tarde de lo deseable.

En la gran mayoría de los casos, y sobre todo al inicio de la enfermedad -comenta la especialista- los síntomas se suelen manifestar de forma muy discreta y esporádica, lo que hace que muchas personas no consultan sus síntomas hasta que la enfermedad ya ha evolucionado; algo que puede hacer retrasar el diagnóstico 10 años.

"Parte del problema en el retraso diagnóstico tiene que ver con 'normalizar' la aparición de estas molestias y por la dificultad para acceder a un médico especialista que pueda esclarecer el diagnóstico", aconseja la doctora.

Un 25% de los casos aparecen en la edad pediátrica

Más aún ese retraso en el diagnóstico, se nota en los casos en que el síndrome de piernas inquietas se inicia en la edad pediátrica, cuando la presencia de estas molestias en las extremidades pueden ser achacadas a dolores de crecimiento o a hiperactividad, donde se dan los mayores retrasos en el diagnóstico.

"Y, sin embargo, sabemos que al menos un 25% de los pacientes comienzan a experimentar los síntomas de la enfermedad en la infancia o en la adolescencia", explica la doctora de la SEN.

Además, son los casos que se inician a edades tempranas los que pueden llegar a convertirse en los casos más graves. Hasta un 20% de los pacientes que padecen el síndrome de piernas inquietas padecen esta enfermedad en su forma más grave y, por lo general, se da en las personas que empezaron con síntomas antes de los 20.

Mención especial merecen los niños diagnosticados con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Según datos de la Sociedad Española del Sueño (SES), "aproximadamente entre el 20% y el 25% de los niños con TDAH presentan criterios clínicos de piernas inquietas y entre un 60% y un 70% de estos niños tendrán por la noche movimientos periódicos de piernas, lo que puede dar lugar a un sueño más inquieto, más fragmentado y de peor calidad".

Entre el 20% y el 25% de los niños con TDAH presentan criterios clínicos de piernas inquietas

Sociedad Española del Sueño (SES)

No obstante, aclara la doctora García Malo, "no se trata de una enfermedad que solo debute en la infancia o en la adolescencia. Ya que, aunque puede iniciarse a cualquier edad, en general, la gran mayoría de las personas comienzan a experimentar los síntomas a partir de la cuarta década de la vida. Además es más común en mujeres que en hombres".

"Por lo tanto, desde la SEN recomendamos a todas las personas que experimenten molestias en las piernas, sobre todo cuando ocurren con tal frecuencia que dificultan el inicio o el mantenimiento del sueño, consultar con su médico para realizar un correcto diagnóstico, estudiar si existe alguna causa subyacente y tratar de forma adecuada el trastorno", finaliza la doctora.