La desaparición de un ser querido es una de las peores situaciones a las que podemos enfrentarnos en la vida. No sabemos qué hacer, cómo actuar y sobre todo, no sabemos qué ha podido pasar. Nos ponemos, como es lógico, siempre en lo peor. Al año, se interponen unas 60 denuncias al día por desaparición de personas. Personas que desaparecen sin dejar rastro alguno. En ocasiones, estas desapariciones están motivadas por conductas suicidas: la persona quiere dejar de sufrir y se quita la vida.

Según datos del Ministerio del Interior, de las denuncias censadas durante el año 2022 sobre personas desaparecidas, el 0,81 % tuvieron un desenlace fatal con resultado de muerte, siendo el suicidio la causa del 34,46% de estos fallecimientos. Existen en total, a fecha de 31 de diciembre de 2022, según este organismo, 6.192 denuncias activas. Con lo que ello supone para las familias.

Debemos aclarar que tal como señala el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES, 2021), perteneciente a Interior, "la desaparición de personas no es un problema nuevo y se encuentra extendido a todas las sociedades a nivel mundial, representando una preocupación social preponderante". La mayor parte de ellas se resuelven en las primeras horas, pero un pequeño porcentaje permanece en las bases de datos durante años. "Así, cuando la desaparición que motiva la denuncia es esclarecida, el señalamiento policial que existe sobre ella se cancela".

Con todo esto, podemos afirmar que "la mayor parte de las personas que fallecen habiendo desaparecido lo hacen por un conducta suicida", afirma a laSexta.com Ana Isabel Álvarez Aparicio, psicóloga y coordinadora del Grupo en Intervención Psicológica en Desapariciones delColegio Oficial de la Psicología de Madrid (COP).

La mayor parte de las personas que fallecen habiendo desaparecido lo hacen por conducta suicida

Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COP)

Y todo ello, sin tener en cuenta los datos de "aquellas desapariciones motivadas por un fin autolítico pero de resolución favorable con el reintegro de la persona al hogar o centro, cuyo registro a día de hoy no se recoge, o aquellas con un final fatal pero cuya motivación real se desconoce, o bien aquellas que permanecen durante años en las bases de datos con un resultado incierto".

Porque es cierto que, tal como cuenta esta profesional, no existen estadísticas oficiales que hablen sobre las motivaciones reales que toman las personas para desaparecer. En el caso concreto del suicidio, de las personas que desparecen porque quieren quitarse la vida, con el fin de dejar de sufrir, se estima que hay un infranotificación. Y lo es sobre todo por dos motivos.

Tal como explica Álvarez, es importante entender que cuando una persona quiere desaparecer por suicidio, "se ve tan sobrepasada por todo lo que está sufriendo que no ve otra salida que el suicidio. Cuando la persona lleva a cabo ese intento de suicidio no solo está desesperada sino desesperanzada: no ves futuro, y la única solución que ve para dejar de sufrir es la de quitarse la vida".

Dicho esto, los dos motivos por los que parece existir una infranotificación, serían en primer lugar, "por el estigma que supone, por parte de la persona que ha desaparecido el tener que decir que quería dejar de sufrir", y en segundo lugar, por la poca disposición que existe a veces, por parte del entorno, a escuchar.

"Y cuando una persona no quiere enfrentarse al problema, de alguna manera, es como un mecanismo psicológico de protección: si no existe el problema, no tengo que hacerme responsable de él; y a veces preferimos no ver o no escuchar, por lo que es posible que la persona sienta que no sea un entorno seguro contar lo que le está pasando", añade Álvarez.

Las primeras horas son cruciales: hay que denunciar y contar todo

No es fácil ayudar a una persona que está pensando en quitarse la vida, porque está sufriendo mucho. Pero es importante saber qué podemos hacer o cómo actuar cuando una persona está mal. Para ello, los profesionales del COP han elaborado una guía para saber, en concreto, qué hacer ante una desaparición que puede estar motivada por el suicidio: Guía de consulta ante una desaparición motivada por una conducta suicida.

Es importante que el entorno y los familiares/amigos quieran escuchar a su persona querida porque, sin duda, pueden ayudarla; pero también debemos saber en qué elementos nos tenemos que fijar para poder ayudarla realmente.

"Así, lo que hemos pretendido con esta guía es aportar a la sociedad una herramienta que nos puede servir de ayuda", explica Álvarez, una de sus autoras. "Es un recurso de uso para la ciudadanía y de apoyo para los profesionales de la intervención, que permita conocer y actuar de manera rápida, eficiente y eficaz ante este tipo de situaciones donde el tiempo resulta esencial".

Lo que tenemos que tener en cuenta como sociedad, apunta Álvarez, "es que como ocurre con el suicidio, las desapariciones son una problemática universal, compleja y multifacética. Esto es, que independiente del sexo, edad, situación social o económica, cualquiera de nosotros o cualquier persona de nuestro entorno, en un momento dado puede desaparecer".

Y aquí reside quizá la clave fundamental: "las primeras horas son esenciales: casi el 50% de las denuncias son cesadas en los tres primeros días. Por eso es tan, tan importante denunciar cuando tenemos una sospecha de que nuestro ser querido ha podido desaparecer, máxime cuando pueden existir factores de riesgo que nos puedan hacer pensar que la persona se vea tan superada por el sufrimiento que quiera quitarse la vida como única salida", comenta e insiste la profesional.

Las primeras horas de la desaparición son esenciales: hay que denunciar si tenemos sospecha de que nuestro ser querido ha podido desaparecer, máxime cuando pueden existir factores de riesgo que nos puedan hacer pensar que quiere quitarse la vida

Ana Isabel Álvarez, psicóloga del COP

En estos casos, hemos de comunicar todo esto, toda la información que tengamos sobre ello, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, para que pongan en marcha todo el engranaje necesario que puedan ayudar a nuestra persona querida. "Y esto es muy importante: no nos debe dar vergüenza comunicar nuestras sospechas, ya que los profesionales que trabajamos en esto estamos para ayudar y no para juzgar. Es importantísimo que la gente sepa esto", concluye Álvarez.

Por último, en la Guía, los profesionales de la psicología exponen todas las señales que nos pueden alertar sobre una motivación suicida en una desaparición (por ejemplo, comentarios recurrentes sobre la falta de sentido de la propia vida; experiencias frecuentes de fracaso vital; cambios de conducta repentinos como pérdida de interés por actividades que antes eran agradables, pasar más tiempo en soledad...o tener conductas de despedida o cierre como regalar pertenencias preciadas, etc.).

También en este artículo de laSexta.com Así podemos detectar las señales de alerta del suicidio, José Antonio Luengo, psicólogo y decano del Colegio de la Psicología de Madrid y Luis Fernando López, psicólogo y coordinador técnico del programa Hablemos de… Suicidio, también del COP nos explican con detalle cómo podemos detectar, los signos y señales de que una persona de nuestro entorno lo está pasando muy mal, y qué hacer para poder ayudarle.

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