La serie de Netflix 'Dahmer' ha sido tan exitosa como polémica y, en los últimos días, su creador Ryan Murphy ha hecho diferentes declaraciones respondiendo a las críticas. Para empezar, ha asegurado que durante los tres años y medio de investigación previa al rodaje de la serie el equipo contactó con más de 20 familiares y amigos de las víctimas y que "ni una sola persona respondió". Esa afirmación busca responder a las quejas de las familias de las víctimas de Jeffrey Dahmer que dijeron que nadie había hablado con ellos.

La ficción cuenta la historia real de Jeffrey Dahmer, conocido como 'el monstruo de Milwaukee' que asesinó y descuartizó a 17 hombres y adolescentes entre 1978 y 1991. El creador de la serie ha dicho que su objetivo era contar "una historia humana complicada" y no centrarse tanto "en Dahmer, el monstruo". En referencia a toda la polémica que ha suscitado la serie, el creador se pregunta si las reglas han cambiado hasta el punto de que "ahora no deberíamos hacer nunca una película sobre un tirano".

Tal y como afirmó Murphy el pasado fin de semana en una rueda de prensa en la sede de Netflix, "su interés era señalar quién fue cómplice en la creación del monstruo". La serie refleja cómo el terrible asesino en serie se benefició de su privilegio de ser un hombre blanco en una sociedad marcada por el racismo sistémico. Además, en su caso también jugó a su favor la homofobia existente en la época. En la ficción aparece un caso especialmente indignante, cuando una víctima menor de edad consigue escapar del apartamento de Dahmer, totalmente drogada e incapacitada para hablar. La policía llega, alertada por unas vecinas, y cuando llega Dahmer al portal convence a los agentes de que es su novio, que es mayor de edad y alcohólico. Los policías dan por buena su versión frente a la de las vecinas negras que reclaman que, al menos, comprueben la identidad del joven y escoltan a la víctima de nuevo hasta el apartamento. Una vez allí, no investigaron nada más porque no querían meterse en una relación entre dos hombres. De hecho, tras dar parte ya en el coche patrulla, bromearon con sus compañeros con que tendrían que "despiojarse".

En ese sentido, Murphy también se ha mostrado en desacuerdo con que Netflix retirara la etiqueta LGTBI de la serie, tras las quejas de los usuarios. "Tampoco creo que todas las historias gay tengan que ser historias felices", ha dicho. Y añadió que aunque sea una historia molesta es "la historia de un hombre gay y, sobre todo, de sus víctimas homosexuales". El creador también habló del episodio del que más orgulloso está. Se trata del capítulo seis sobre la víctima Tony Hugues, un joven negro sordo, que incluye una escena en la que tres amigos sordos gays hablan con lenguaje de signos sobre el amor, sobre las citas y sobre lo que ellos buscan y lo difícil que es encontrar a alguien, especialmente siendo sordo. "No podía creer que me hicieran el regalo de poder hacer eso en una serie".

Ryan Murphy también está triunfando en la plataforma con otra serie basada en hechos reales, 'The Watcher' y con la película 'El teléfono del señor Harrigan'. Todos estos proyectos forman parte del contrato de exclusividad de 300 millones de dólares que firmó con Netflix y que llegará a su fin dentro de cinco meses. De momento, Murphy no ha comentado qué hará en el futuro. Su trabajo para la compañía de Ted Sarandos quizá no ha sido todo lo regular que podía esperarse, pero no hay duda que está terminando por todo lo alto con los datos de audiencia de sus últimos tres estrenos que, por otro lado, han sido los menos promocionados por la compañía. Y aunque Sarandos ha alabado el trabajo del creador y ha asegurado que "hay muy poca gente capaz de hacer lo que finalmente hizo en Netflix" tampoco ha hecho ninguna referencia al futuro de la relación contractual.