El rastro de Antonio Anglés se perdió en Dublín en 1993, y las investigaciones no dieron ningún resultado, por lo que al final se aceptó la versión de que misteriosamente Anglés había desaparecido a bordo del City of Plymouth. Sin embargo, desde el mismo puerto donde atracó el City, Anglés pudo haber cogido otro barco rumbo a México, EEUU o Brasil. La posibilidad de que se hubiera marchado a Brasil cobró fuerza por el hecho de que su familia es de allí. "Me dijo que se metería en las favelas, y que allí le buscasen", asegura un amigo de Anglés.

Así, viajamos a Sao Paulo, Brasil, y hablamos con Ademir Alves, quien era el jefe de Interpol de Sao Paulo en 1993. "Según la Interpol España, existía la posibilidad de que Anglés hubiera entrado en territorio brasileño, pero nuestra frontera terrestre es enorme, por lo que no hay ninguna manera de fiscalizar de forma efectiva toda nuestra frontera", reconoce.

Alves cuenta que desde España les pasaron "los datos físicos y características de Antonio Anglés, incluso sus tatuajes, y también la dirección de los familiares". "Nosotros estuvimos vigilando la casa durante una semana y cerramos el asunto", indica.