Llega a atresplayer 'Honor', el thriller dramático en el que Darío Grandinetti se mete en la piel del juez Martín Romero, un padre que trata junto a su hijo Álex (Paco Márquez) de superar la muerte de su mujer Sonia hace un año. El joven se ve involucrado en un accidente mortal con un motorista y, después de huir del lugar del crimen se va a casa y le pide ayuda a su padre. El respetado juez pretende hacer lo correcto hasta que descubre que la víctima es hijo de un peligroso mafioso. Para proteger a su hijo, Martín inicia un viaje que le llevará a los infiernos.

Con ocasión del estreno, tenemos la oportunidad de hablar con el actor argentino que nos cuenta que le cautivó la historia cuando le llegó el proyecto de la productora Portocabo con la que ya había trabajado en 'Hierro'. La serie es una adaptación de la exitosa serie israelí 'Kvodo' que en su versión estadounidense está protagonizada por Bryan Cranston. Un personaje que atrajo a Grandinetti por su recorrido. "Me planté ante el personaje con la idea de disfrutarlo porque tiene un recorrido muy atractivo para un actor y muy original". Y no solo para el actor, sino también para el público porque se sitúa ante el mismo dilema moral que vive el protagonista. "Es un tipo que cuando empiece a caer hacia el infierno va a ser entendido por quien lo vea", afirma.

"Lo pensé más como padre que como juez. Me puso en un lugar al que muchas veces voy cuando ante situaciones de riesgo o noticias de niños y niñas, me planteo que haría yo como padre". Y es que Martín Romero va a tener que dejar atrás los principios que le han llevado a tener una carrera intachable como juez para salvar la vida de su hijo. "La serie te enfrenta a qué hacer frente a una situación límite con todo eso que ha tenido tan claro durante toda su vida", explica.

Otra de las reflexiones que surge de este drama es cómo puede cambiar la vida de una persona con cada una de las pequeñas decisiones que se toman en cada momento. El actor afirma que cada decisión cambia nuestro destino y en su caso, nos cuenta, que no cambiar de acera un día fue lo que le llevó a ser actor. "Si hubiera cruzado 20 metros antes, no me habría encontrado con una compañera que hacía teatro y que me convenció para que fuera con ella", nos revela. Del mismo modo, a partir del momento en que el protagonista decide trazar un plan para salvar a su hijo y salirse del camino establecido se ve obligado a tomar una serie de decisiones que dan un vuelco a su vida y que va a cambiar todas sus relaciones y cómo le ven los demás.

La serie se compone de ocho episodios de 50 minutos y está ambientada en Sevilla, algo que también inclinó la balanza para el actor a la hora de decidirse por el proyecto y es que asegura que ha disfrutado del rodaje tanto en la ciudad como en otras localizaciones que les han llevado también a Cádiz. Grandinetti destaca la acogida y lo bien que se lo ha pasado allí: "Son grandes anfitriones".