Mito erótico, icono, una mujer deseada por todos y adelantada a su tiempo, una belleza a la que es imposible no mirar o una leyenda viva son algunos de los adjetivos que utilizan diferentes personas para definir a Bárbara Rey en la serie documental 'Una vida Bárbara' que puede verse en ATRESplayer PREMIUM. Bárbara Rey habla de su vida en primera persona y quienes mejor la definen son también quienes mejor la conocen, como sus hijos Sofía y Ángel Cristo o su hermana Petra.

"Mi madre es sensible, emocional, vulnerable, muy cariñosa, muy visceral, superprotectora y supersumisa con los hombres y yo creo que lo ha dado todo por cada amor que ha tenido", cuenta Sofía Cristo para desterrar la -en su opinión- injusta imagen de "devorahombres y maléfica" de Bárbara Rey.

La protagonista de la serie confiesa que ha vivido plenamente y con total libertad, aunque su vida ha estado muy marcada por una infancia traumática en la que sufrió maltrato por parte de su madre. "Mi madre ha hecho responsable a mi hermana de muchas cosas, le ha cargado con mucho mucho peso. Yo creo que mi hermana todavía no se ha liberado de ese sentimiento de culpa que te va creando alguien, que en este caso es mi madre", explica Petra, la hermana pequeña de Bárbara Rey.

La propia Bárbara recuerda su infancia en una familia humilde con una madre con problemas psicológicos que la maltrató psicológica y físicamente a ella y a su hermana pequeña, Petra. De hecho, la protagonista de 'Una vida Bárbara' se emociona al recordar y explica que llevaba peor las palizas a su hermana que las suyas porque Petra era como una hija para ella. "Ver que la pegaba con cuatro años, no podía se la quitaba de las manos", cuenta sin poder retener las lágrimas. A Bárbara Rey le cuesta incluso entrar en la casa de su infancia en Totana, que está casi en ruinas porque no guarda buenos recuerdos. Además de su hermana, su padre fue su principal apoyo y habla de él como "el gran amor de su vida". "Es el que más me ha respetado y querido. No creo que nadie haya sentido por mí lo que ha sentido él", afirma.

Rey explica que no sabía que los gritos y los insultos con los que creció fueran maltrato, como sí que lo supo después. Años más tarde, Rey alzaría la voz para denunciar el maltrato, las vejaciones y las amenazas a las que fue sometida por su exmarido el conocido domador Ángel Cristo. De hecho, en la serie también hablan sus hijos Sofía y Ángel y recuerdan lo terroríficos que fueron aquellos años. Ángel es el menos mediático de los dos y asegura que hubo una época en la que tuvieron miedo de su padre. Por su parte, Sofía explica que admira algunos aspectos de su padre y de hecho cuenta que "flipa" cuando piensa en la pareja que formaron. Sin embargo, dice que "hay cosas que nunca va a poder justificar": "Cuando veo a mi madre sufrir, yo sufro".