Miguel Ángel Revilla considera que José María Aznar tendría que estar callado, en relación a la afirmación de Aznar en la que señaló que que el discurso de investidura de Sánchez fue "una declaración de guerra". "E incluso tendría que vivir en un lugar apartado, porque cometió la tropelía de organizar una guerra absolutamente ilegal, sin motivo ninguno más allá de que el señor Bush quería acabar el trabajo que no hizo su padre", sostiene.

Considera que Aznar organizó una guerra completamente ilegal. "La industria armamentística americana presionaba para que hubiera conflictos y cogieron a este de tonto útil para ir allí a firmar algo terrible", añade en directo.

Revilla cree que Aznar "quedó obnubilado cuando (Bush) lo llevó a aquel rancho y le dejó poner las piernas encima de la mesa". "Salieron abrazados, y él incluso salió hablando tejano", expresa. Revilla recuerda que el expresidente del Gobierno todavía "no ha pedido disculpas".