Estados Unidos ha destinado hasta 290 millones de dólares a comprar un medicamento llamado Nplante para paliar los efectos de sangrado que produce una explosión nuclear y que además afecta al número de plaquetas en la sangre. No solo medicamentos. El miedo a la amenaza nuclear es tan grande que también se han puesto en marcha en el país campañas de información sobre cómo proceder en caso de que se dé un acontecimiento de estas características. Porque son varios los escenarios nocivos que podemos sufrir como población.

Nos lo explica el experto en seguridad y defensa Jesús Manuel Pérez Triana, que de entre todos esos escenarios ha abordado en esta ocasión la posibilidad de que se produzca una lluvia radioactiva. Esto es, qué es y cómo se forma: "Cuando hay una explosión nuclear, que se eleva en una enorme columna de fuego, esta arrastra ceniza y las propias partículas radioactivas que produce dicha explosión. Una vez llegan a la atmósfera, el viento y las nubes las transportan y cuando llueve se depositan en la superficie".

Por eso, ha continuado Pérez Triana, hay que tener especial cuidado cuando se combate una explosión o accidente nuclear que pueda derivar en una situación similar a esta: "Las partículas se depositan sobre los vehículos y casas de la población. Por ello, es importante permanecer a cubierto en un sitio con buenas paredes que protejan; también, utilizar mangueras a presión para expulsar esas partículas".